BEATO ADÁN DE CANTALUPO
Siglo XI d.C.
3 de mayo
Fue uno de tantos monjes que
llevó una vida solitaria, dedicada a la oración y al trabajo,
preocupándose también por la restauración de los edificios
de culto destruidos o abandonados por causa de la ocupación sarracena
en Cantalupo. De la disponibilidad de su corazón hacia el prójimo,
el eremita Adán alcanzó la fama de santo; reputación
que no perderá con el pasar de los siglos.
Según una tradición popular dice que un día
Adán, viendo una carreta en dificultad en el camino que conducía
a Cantalupo, quiso ayudar. Mientras empujaba el carro, el mulo le coceó
en la frente. La inmediata reacción del carretero fue cortarle la
pata al mulo, pero cuando Adán se recuperó del golpe, le restituyó
la pata milagrósamente. También se le atribuye la conversión
de agua en vino. La población de Cantalupo en Sabina (Rímini)
le tiene una especial devoción. Tiene una iglesia dedicada. Fue beatificado
por Urbano VIII en 1634.