BEATA ADELAIDA DE
SUSA
1091 d.C.
19 de diciembre
En diversas crónicas
benedictinas se la denomina “Beata Adelaida”, pero su culto no ha sido nunca
reconocido. Nació en el castillo de Susa (Turín). Hija primogénita
y heredera del conde Olderico Manfredo II, marqués de Susa y conde
de Turín y de Berta Obertagna de los marqueses de Este. Se quedó
huérfana con 16 años (1035) y heredera del marquesado de Susa
y del condado de Turín, por ello se casó con Hermann III, duque
de Suabia. Este matrimonio duró poco, ya que el duque en 1038 murió
de peste sin dejar descendencia; Adelaida que tenía 22 años,
contrajo segundas nupcias con Arrigo I (Enrique I) marqués de Monferrato,
pero en el 1044 volvió a quedarse viuda. Por evidentes razones de
Estado fue necesario un tercer matrimonio y así se casó en
el 1045 con Odón I, conde de Saboya, Aosta, Moriana...; tuvieron cinco
hijos, cuatro de los cuales murieron antes que su madre que volvió
a quedarse viuda en 1059.
Dotada de un fuerte temperamento impuso, sin miramientos en
títulos y riquezas, la justicia igual a todos; acogió en su
corte a trovadores que con sus cantos incitaran a la virtud, a la religión
y a la piedad. Fundó y restauró muchas iglesias y monasterios;
fueron tantas que san Pedro Damián dijo: “Bajo la protección
de Adelaida, viven los monjes como polluelos bajo el ala de la clueca”. Fue
amada por sus subditos y temida por sus adversarios; en los largos años
de viudez, supo detentar el poder con notable habilidad y sabiduría.
En los últimos años de su vida, dejó el gobierno en
manos de su nieto Humberto II, y ella se retiró al monasterio de Valperga
que luego se llamó Belmonte. Se dice que murió en la aldea
de Canischio, huyendo de la peste. (Turín).