ADORACIÓN AL SANTÍSIMO
EN NAVIDAD
¡Santo, Santo, Santo! Bendito sea
el Santo Nombre de Dios.
Bendito sea el Eterno Amor.
Bendita sea la Preciosísima Sangre del Divino Infante…
Toda gloria, honor y alabanza sean a Jesús Encarnado.
Adoración sea dada a la Santísima Trinidad.
Virgen Santísima, pon en nuestros labios y en nuestro
corazón el Magnificat de tu eterna gratitud a Nuestro Dios y Señor,
a Jesús, tu Hijo Santísimo y al Espíritu Santo Consolador.
Alabado sea Su Santo Nombre. ¡Oh María, Madre de
la Eucaristía!, Instrúyenos en el amor de Jesús Sacramentado;
introdúcenos en Su Sagrado Corazón Eucarístico para
que en Él y por Él demos gracias sin fin al Padre Eterno, que
con el Verbo Encarnado y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos
de los siglos. Amén.
Amado Jesús, ha trascurrido otro año más
que nos has regalado, con su cortejo de actividades, de trabajos, de idas
y venidas, Te lo ofrecemos tal como lo hemos vivido y como Tú lo has
contemplado. Te damos gracias porque nos has dado vida, porque hemos podido
conocerte, amarte y adorarte más en el Sagrario y en cada camino
que hemos transitado…
Te bendecimos y glorificamos por todo lo que has realizado en nuestras vidas,
por las gracias y dones que nos has obsequiado, por los peligros que de nosotros
has apartado, por los portentos que en nuestra existencia has obrado, por
Tu Amor, Misericordia y Ternura que nos has prodigado…
Adorado y alabado seas por siempre, porque hemos podido contemplar,
amar y servir a nuestros seres queridos, por todas las personas que has puesto
en nuestro camino, por las alegrías que han aliviado nuestro dolor,
por los sufrimientos y penas que nos han permitido valorar más
Tu Amor y Tu dolorosa Pasión…
Te glorificamos y exaltamos, Por Tu Paciencia infinita, por Tu perdón
incondicional; suplicamos Tu Piedad y Clemencia total por nuestra falta de
caridad, por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra
inútil y nuestro egoísmo disfrazado de amistad, perdón
por las obras interesadas y vacías, perdón por nuestra falta
de coherencia y piedad… por nuestros olvidos, descuidos y silencios… por
dejarte abandonado en el altar…
Dulce Jesús Sacramentado deseamos con toda nuestra alma
reparar el mal de nuestros pecados, pensamientos, obras y omisión
de este año que se va… y por favor, haz que en este año que
está por comenzar tengamos una nueva oportunidad, queremos vivir en
humildad, caridad y santidad, no sabemos lo que Tu Bondad nos va a
deparar, ni cuanto tiempo nos queda para partir a la casa Celestial, sólo
queremos entregarnos y abandonarnos en Tu Divina voluntad.
Si la salud y el bienestar nos van acompañar, bendita
sea Tu generosidad, concede a la humanidad una era de paz y santidad…, líbranos
a todos del mal.
Si vamos a recorrer el camino de la incomprensión, enfermedad
y soledad, Te agradecemos oh Buen Jesús, la fortaleza que nos vas
a brindar. Si la muerte nos va a buscar, Ten la bondad, de preparar nuestra
alma para el encuentro final…
Que en cada circunstancia que nos toque pasar, de Ti nos podamos fiar, a
fin que todo lo realicemos para la gloria de la Santísima Trinidad
y la salvación de la humanidad.