SAN ALBERTO DE GÉNOVA
1180 d.C.
8 de julio
Se piensa que nació
en Liguria; se sabe que descendía de una familia muy humilde. Durante
su infancia trabajó como pastor de ovejas, y tuvo también desde
joven una intensa devoción por María. Fue primero monje benedictino
y en en el 1129, ingresó en los cistercienses, como simple converso
de la abadía de San Andrés en Sestri (Génova), donde
se encargó de la cocina y fue cillerero, cuya misión era adquirir
lo necesario para la comunidad y atender a los pobres que llegaban al monasterio.
Pero a veces era tanta su generosidad que se excedía y tenía
que venir la Providencia en su ayuda.
Por deseo de mayor perfección eligió como hogar
una gruta entre los bosques, que rodeaban la abadía, en una gruta
del monte Contessa, junto a Sestri Ponente, antigua ciudad a 6 millas de
Génova. Allí, vivió una gran austeridad, ejemplo de
rigor ascético para sus hermanos, y objeto de devoción de los
fieles durante treinta años, pero no le dejaron en paz, por sus dones
taumaturgicos y su fama de santidad. Cuando murió, los cistercienses,
lo sepultaron en el mismo sitio donde había vivido. Tiene culto local
en la diócesis de Génova.