SAN ALIPIO
430 d.C.
16 de mayo
Compartió con san Agustín
el lugar de nacimiento, Tagaste, los estudios, los errores de la juventud,
la conversión y las fatigas del apostolado. San Agustín lo
llama «amigo de mi corazón». Después de su conversión
y de su retorno a África, abrazó la vida cenobítica
en el convento formado por san Agustín. Viajó a Oriente, donde
conoció a san Jerónimo.
A su vuelta lo nombraron obispo de Tagaste. Fue un pastor celoso,
defendió a sus fieles de los donatistas y de los pelagianos, adoptó
en su diócesis los principios de la vida monacal, participó
en sínodos y concilios defendiendo siempre la doctrina y la disciplina
de la Iglesia. Murió en torno al año 430.