BEATO AMBROSIO TRAVERSARI
1439 d.C.
20 de noviembre
Nació en Pórtico
en el seno de una noble familia toscana de Florencia. Estudió en Venecia,
en la escuela del humanista griego Crisolara. En 1400, se hizo monje camandulense
en la iglesia de Santa María de los Ángeles en Florencia. Su
coetáneo y amigo de vocación fue del beato Juan de Fiesole,
conocido como fra Angélico. También conoció al pintor
Lorenzo Mónaco; fue sensible y abierto al fermento cultural renacentista
de la época. Enseñó Filosofía tanto a laicos
como clérigos, y su celda fue un centro de tertulia cultural.
Religioso serio, fue nombrado abad general de su Orden en el
1431, y encargado por el papa Eugenio IV para reformarla, lo que hizo con
suma prudencia y paciencia. Conocía el griego al igual que el latín.
Estas dotes y su familiaridad con los asuntos de la Iglesia hicieron que
Eugenio IV le llevará al Concilio de Basilea, donde Ambrosio fuertemente
defendió la primacía del pontífice romano y ordenó
al Concilio a no partir la túnica sin costura de Cristo. El éxito
del concilio también se le debe a él.
Fue posteriormente enviado por el Papa al emperador Segismundo
a pedir su ayuda en los esfuerzos del Pontífice para terminar con
el Concilio que por cinco años había estancado las prerrogativas
papales. El Papa transfirió el Concilio de Basilea a Ferrara el 18
de Septiembre de 1437.
En este Concilio y posteriores en Florencia, Ambrosio por sus
esfuerzos y caridad hacia los pobres Obispos griegos, ayudó grandemente
en lograr una unión de las dos Iglesias, decreto el cual el 6 de Julio
de 1439 él fue llamado a redactar. Murió poco después.
Sus obras son; un tratado sobre la Santa Eucaristía,
uno sobre la Procesión del Espíritu Santo, muchas de las vidas
de los santos y una crónica de su generalazgo de los Camaldulenses.
Tradujo del griego al latín la vida de Crisóstomo; la “Sabiduría
Espiritual” de Juan Mosco; la “Escalera del Paraíso” de san Juan Clímaco.
También tradujo libros contra los errores de los griegos por Manuel
Kalekas, Patriarca de Constantinopla, "Un monje dominico", una obra conocida
solamente por la traducción de Ambrosio. Tradujo también muchas
homilías de san Juan Crisóstomo; el tratado de Pseudodionisio
el Areopagita “Sobre la jerarquía celestial”; el tratado de san Basilio
"Sobre la virginidad"; treinta y nueve discursos de san Efrén el Sirio
y muchas otras obras de los Padres y escritores de la Iglesia griega.