Antes de su elección como papa ocupó el cargo de cardenal abad de Santa Prudencia, el de obispo cardenal de Sabina y, cuando el papa Inocencio II se vio obligado a exiliarse en Francia, quedó como su vicario en Italia.
Fue coronado el 12 de julio de 1153 y durante su breve pontificado, en el que tuvo como consejero a Nicolás Breakspeare, futuro Adriano IV, ordeno restaurar el Panteón romano, otorgó privilegios a la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén y se dedicó a solucionar los conflictos en el seno de la Iglesia.
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Abbas suburranus (El abad de Suburra), cita que hace referencia a su apellido y al hecho de que fue abad antes de ser elegido pontífice.
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(Samuel Miranda)