SANTA ANISIA DE TESALÓNICA
Siglo IV d.C.
30 de diciembre
Santa Anisia, mártir
en Tesalónica. En el imperio de Maximiano Galerio, siendo Dulcicio
prefecto de Tesalónica, por los años de 304, iba a reunirse
con los fieles Anisia, señora cristiana, joven, de rica y noble cuna,
y huérfana. Al pasar por la puerta Casandra, uno de los guardias del
emperador que la vio, se prendó de su belleza, y poniéndose
delante de ella le dijo: "Detente, ¿A dónde vas?"; Anisia se
ofendió mucho de su insolencia, y temerosa hizo la señal de
la cruz. Se ofendió también el soldado de su silencio, y la
jaló de un brazo y le dijo: "¿Quién eres y a dónde
vas?". "Yo soy, le respondió, una sierva de Jesucristo, y voy a la
asamblea que se celebra para el Señor"". -"Yo lo evitaré, replicó
el soldado, y te llevaré a sacrificar a los dioses". Dicho esto, para
conocerla le rasgó el velo que en el rostro llevaba: Anisia procuró
impedírselo; pero airado el soldado, tiró de la espada, y
le atravesó el cuerpo, de suerte que cayó bañada en
sangre, y en el momento expiró.