1886 d.C.
26 de mayo
Bazzekuketta pertenecía
al clan Nkima y era hijo de Kafero Kabalu, un funcionario importante de la
corte, que había abrazado el Islam en 1866 y acompañço
a Speke y Stanley en su viaje a Guganda. Namuddu, una de las hermanas de Bazzekuketta,
estaba casada con un rico señor llamado Sembuzi.
En 1881, mientras visitaba a su hermana, Bazzekuketta fue atacado por la viruela. Viendo que el enfermo estaba muy grave , su amigo Sembuga, que era catecúmeno, le habló de Dios y de Cristo y después le preguntó:
-Puesto que vas a morir, ¿aceptas que te dé el bautismo?
-¡Sí!-respondió el enfermo, y Sembuga le hizo una gran señal de la cruz para sancionar su promesa. Bazzekuketta curó y fue fiel a su palabra.
Después de su curación fue presentado a Muetsa, que lo aceptó como paje y le dio un cargo de gran responsabilidad en la corte. Era el responsable de custodirar el tesoro real y el encargado de la decoración del palacio. Dotado de un temperamento sereno y tranquilo, desempeñaba cuidadosamente sus funciones.
AAsistía regularmente al Catecismo y mantuvo un contacto constante con Mukasa y Lwanga. El 16 de noviembre de 1885, recibió el bautismo y le impusieron el nombre de Atanasio.
Fue condenado a ser quemado vivo en Namugongo. El camino era largo y, despuçes de tres horas de marcha penosa, llegaron a Mengo. Atanasio, que contaba con 20 años, se quedó retrasado, negándose a caminar.
-Nos acusáis de rezar-dijo a los verdugos-y habéis venido a matarnos. ¿Por qué nos hacéis esperar? ¡No quiero pasear la muerte por los caminos, matadme aquí!.
Le respondieron con una tanda de palos, pero él insistió:
-Vosotros queréis "mordernos" con los cepos, no matarnos. Nosotros somos la carne (para la carnicería) del rey, sacadnos de aquí y matadnos cuanto antes.
Uno de los verdugos lo golpeó y se lo llevó a Mukajanga.
-Matadlo pronto-dijo Mukajanga; no atiende a razones y el rey pudiera acordarse de él (para perdonarlo).
Había cerca un lugar ritual de ejecución, el mismo en que había sido quemado José Balikudembe. Allí le cortaron la cabeza y luego los miembros. Su cuerpo fue ofrecido como sacrificio a los spíritus para obtener un efecto positivo en los acontecimientos que se iban a desarrollar más tarde en Namugongo. Bazzekuketta murió el 26 de mayo de 1886.
En 1881, mientras visitaba a su hermana, Bazzekuketta fue atacado por la viruela. Viendo que el enfermo estaba muy grave , su amigo Sembuga, que era catecúmeno, le habló de Dios y de Cristo y después le preguntó:
-Puesto que vas a morir, ¿aceptas que te dé el bautismo?
-¡Sí!-respondió el enfermo, y Sembuga le hizo una gran señal de la cruz para sancionar su promesa. Bazzekuketta curó y fue fiel a su palabra.
Después de su curación fue presentado a Muetsa, que lo aceptó como paje y le dio un cargo de gran responsabilidad en la corte. Era el responsable de custodirar el tesoro real y el encargado de la decoración del palacio. Dotado de un temperamento sereno y tranquilo, desempeñaba cuidadosamente sus funciones.
AAsistía regularmente al Catecismo y mantuvo un contacto constante con Mukasa y Lwanga. El 16 de noviembre de 1885, recibió el bautismo y le impusieron el nombre de Atanasio.
Fue condenado a ser quemado vivo en Namugongo. El camino era largo y, despuçes de tres horas de marcha penosa, llegaron a Mengo. Atanasio, que contaba con 20 años, se quedó retrasado, negándose a caminar.
-Nos acusáis de rezar-dijo a los verdugos-y habéis venido a matarnos. ¿Por qué nos hacéis esperar? ¡No quiero pasear la muerte por los caminos, matadme aquí!.
Le respondieron con una tanda de palos, pero él insistió:
-Vosotros queréis "mordernos" con los cepos, no matarnos. Nosotros somos la carne (para la carnicería) del rey, sacadnos de aquí y matadnos cuanto antes.
Uno de los verdugos lo golpeó y se lo llevó a Mukajanga.
-Matadlo pronto-dijo Mukajanga; no atiende a razones y el rey pudiera acordarse de él (para perdonarlo).
Había cerca un lugar ritual de ejecución, el mismo en que había sido quemado José Balikudembe. Allí le cortaron la cabeza y luego los miembros. Su cuerpo fue ofrecido como sacrificio a los spíritus para obtener un efecto positivo en los acontecimientos que se iban a desarrollar más tarde en Namugongo. Bazzekuketta murió el 26 de mayo de 1886.