BEATA BOLESLAVA MARÍA LAMENT
1946 d.C.
29 de enero
Primera de los ocho hijos
del matrimonio de Martino Lament y Lucia Cyganowska, Boleslava Lament, nació
el 3 de julio de 1862 a Lowicz en Polonia.
Durante su niñez, vivió el dolor de ver morir
a sus hermanitas Elena y Leocadia y al pequeño Martino, era un tiempo
en que la mortalidad infantil diezmaba a los niños, haciendo que las
familias numerosas perdieran a muchos de sus miembros; la pequeña
Boleslava fue marcada irremediablemente por estas dolorosas experiencias.
Después de las escuelas elementales y el colegio, Boleslava
fue a Varsovia a una escuela de artes y profesiones dónde consiguió
el diploma de modista; de regreso a Lowicz abrió, junto a su hermana
Stanislava, una casa de modas, todo esto mientras en su interior su vida
era intensamente espiritual.
Es a 22 años, en el 1884, decididas de entrar a la” Congregación
de la Familia de María", que se estaba organizando en Varsovia en
la clandestinidad a causa de las persecuciones zaristas.
Fue una monja voluntariosa, que se distinguió por el
don de la oración, del recogimiento, de la seriedad y de la fidelidad
para cumplir sus deberes. Después del noviciado y la profesión
de los votos simples, trabajó como maestra de costura y educadora
en muchas Casas de la Congregación abiertas en el territorio del imperio
ruso.
Más después de nueve años, antes de pronunciar
los votos solemnes, tuvo una profunda crisis que la hizo sentir insegura
de su vocación en aquella congregación, por ello la dejó,
volviendo a su casa en Lowicz con el intento, en cuanto fuera posible, de
entrar en un convento de clausura; por el consejo de su confesor, optó
por las obras de asistencia a los sin techo, actividad que también
continuó en Varsovia, cuando la familia os se trasladó allá;
para ayudar con los gastos familiares abrió, con su hermana María,
un casa de moda.
Bien pronto le fue confiada la dirección de un dormitorio
para los sin techo, donde también se preocupó en poner orden
en la vida ética y religiosa de sus socorridos.
Los preparaba para recibir los Sacramentos, visitaba a los enfermos
en sus pobres casas o en los refugios, cuidaba a los niños; en el
1894 la enésima epidemia de cólera se le llevó a su
padre, poniendo sobre sus hombros otras responsabilidades familiares; llevó
consigo a su madre y a su hermano Stefano, quien asistía al colegio
en Varsovia y que deseaba ser sacerdote.
Ingresó a la Tercera Orden Franciscana, donde conoció
beato Onorato Kozminski (1829 -1916), fraile capuchino, fundador de diversas
congregaciones religiosas que trabajaban en la clandestinidad a causa de
los acontecimientos políticos que afectó a Polonia en aquellos
tiempos.
En el año 1900 una vez más la muerte golpeó
a su familia, allí, al pie del ataúd de su hermano Stefano,
Boleslava Lament prometió volver a la vida de religiosa: dos años
después el padre Onorato le presentó a una señora llegada
de Bielorrusia, quien buscaba religiosas para dirigir la Tercera Orden y
un centro educativo en Mogilev ciudad al pie del río Dniéper.
Boleslava advirtió que sería necesario crear relaciones
y contactos para estimular a los ortodoxos a reunirse con la Iglesia Católica,
mientras debería ayudar a la población católica a mantenerse
fiel a su Iglesia, sin dejar a un lado las dificultades que tendría
que sortear bajo el régimen zarista, siendo consciente de todo esto
aceptó, y en 1903 partió a Mogilev en Bielorrusia, una ciudad
de cerca de 40.000 habitantes.
Al principio habitó cerca de Leocadia Gorczynska, quien
dirigía un taller de costura, para enseñar allí esa
profesión a las chicas de las familias pobres; luego Boleslava Lament
alquiló una casa de madera para convertirla en su casa de modas.
Admirada por la laboriosidad de Boleslava, Leocadia Gorczynska
decidió ir a vivir con ella; luego se unió a ellas Lucia Czechowska;
en este punto Boleslava empezó a pensar en fundar una Congregación,
rigurosamente religiosa, entregada al apostolado entre los ortodoxos.
Con la ayuda del Padre Félix Wiecinski, quien contribuyó
directamente con la fundación, en octubre de 1905 las tres mujeres
empezaron la nueva congregación, inicialmente llamada “Sociedad de
la Sagrada Familia” pero casi enseguida cambió su nombre al de “Congregación
de las Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia”. Boleslava fue su primera
superiora.
En el otoño de 1907, Boleslava con las seis monjas que
entonces tenía la comunidad, se trasladó a San Petersburgo,
dónde desarrolló una vasta actividad educativa, dedicada sobre
todo a los jóvenes, y ya en el 1913 pudo extender su actividad a Finlandia,
abriendo un colegio para chicas en Wyborg.
En Petersburgo desarrolló una intensa actividad catequística,
educativa y asistencial en los barrios más pobres, se esforzó
de crear las condiciones por un ecumenismo auténtico y social, profundizando
una recíproca comprensión y generosidad entre las alumnas y
familias, que eran de diferentes nacionalidades y religiones.
En este contexto del ecumenismo, pensó en la Congregación
una rema separada de monjas en rito oriental. La vida de su Institución
no fue fácil, tuvo que superar las dificultades introducidas por la
política religiosa zarista, luego aquéllas brotadas de la Primera
Guerra Mundial y de las persecuciones del Insurreccionista Movimiento Bolchevique,
que se apoderó del poder en Rusia, con la "Revolución de Octubre"
de 1917; en 1921 fue obligada a dejar Rusia y volver a Polonia, pero siempre
tuvo la intensión de retomar las actividades en Petersburgo, cuando
las circunstancias lo permitieran.
Todo esto produjo enormes pérdidas materiales, aun en
Polonia encontró una situación preocupante; la Congregación
vivía pobremente pero la madre Boleslava Lament, con su gran fe, se
encomendó totalmente a la voluntad de Dios y paulatinamente se fueron
superando aquel conjunto de circunstancias sociales y políticas.
Por algunos meses, dirigió el trabajo de las monjas en
Wolynia, en 1922 fundó una nueva Casa en la Pomerania en la Polonia
oriental, dónde la población era pobre y la mayor parte de
religión ortodoxa.
A partir de 1924, empezó a abrir otras Casas en el archidiócesis
de Vilna y en la diócesis de Pinsk, para 1935 ya existían 33
Casas esparcidas por toda Polonia y una en Roma.
En 1925, la madre Boleslava fue a Roma para conseguir la aprobación
pontificia de la "Congregación de las Hermanas Misioneras de la Sagrada
Familia", pero la práctica se estancó por falta de claridad
sobre las tareas de las monjas, divididas en dos ramas, apostolado-enseñanza
y dirección doméstica de las Casas.
En el 1935, la madre Boleslava Maria Lament, decide renunciar
al cargo de Superiora General por graves motivos de salud y en un acuerdo
con la nueva Superiora se retiró a Bialystok, dónde incluso
siendo anciana y gravemente enferma, se dedicó a abrir escuelas, guarderías,
un hospicio para las mujeres solas y un comedor para los desempleados.
La Segunda Guerra Mundial llevó nuevas dificultades a
la anciana madre Boleslava, incluyendo la amenaza nazi; fue obligada a cambiar
la forma de actuar, adaptándose a las necesidades de la época.
En 1941 fue atacada por la parálisis y se dedicó a una vida
más ascética, transmitiendo preciosos consejos a sus hermanas
de hábito.
Murió santamente en Bialystok el 29 de enero de 1946,
a los 84 años; su cadáver fue llevado en el convento de Ratow
y enterrado en la cripta bajo la Iglesia de San Antonio. La Congregación
de las Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia, está difundida ampliamente
en Polonia, Rusia, Zambia, Libia, E.E.U.U. e Italia.