BEATA CAROLINA KOZKA
1914 d.C.
17 de noviembre
Mártir.
Nació cerca de Tárnow, Polonia. Cursó sólo estudios
elementales, ya que la situación económica de sus padres era
muy difícil; tenía diez hermanos. La piedad y devoción
la recibió en casa, donde se rezaba el rosario diariamente, y la asistencia
a misa dominical era la forma en que la familia agradecía los dones
con que les favorecía el Señor.
Así llegó el inicio de la Primera Guerra Mundial
(1914-1918) y Polonia fue invadida por el ejército soviético.
La situación en Tárnow era cada día más difícil
debido a los abusos y la brutalidad de los soldados.
En este marco llega la noche del 18 de noviembre, cuando un
soldado ebrio irrumpe en la casa de la familia Kózka exigiendo alimento.
Al no quedar complacido, obliga al padre y a Carolina a acompañarlo
para reportar su conducta a las autoridades.
En el camino obliga al padre (bajo amenazas de matarlo a él
y a su familia) a regresar a su casa. De lo que sigue fueron testigos dos
muchachos, quienes ocultos presenciaron el martirio de Carolina: la pequeña
fue arrastrada entre matorrales, y por defender su virginidad, Carolina murió.
A la mañana siguiente encontraron su cuerpo mutilado
entre la hojarasca; además, presentaba heridas de bayoneta en cabeza,
piernas, costado y cuello. Sus manos ensangrentadas daban fe de la resistencia
que opuso. A su entierro acudió todo el pueblo. Se la conoce como
la Estrella de Tárnow.
Fue beatificada el 10 de junio de 1987 en su pueblo natal por Juan Pablo
II, quien expresó: "La muerte de Carolina nos dice que el cuerpo humano
tiene un valor y dignidad inmensa que no se puede abaratar. Carolina Kózka
era consciente de esta dignidad. Consciente de esta vocación, entregó
su vida joven, cuando fue necesario entregarla, para defender su dignidad
de mujer".