BEATA CLARA DE RIMINI
1326 d.C.
10 de febrero
Perteneció a la orden
de las Clarisas Pobres. Nació en Rimini en 1282, y murió allí
el 10 de febrero de 1346. No tuvo desde temprana edad, del apoyo y guía
de sus padres, luego tampoco de su piadoso esposo. Con ello, Clara cayó
como presa de los peligros a que la exponía su juventud y belleza,
y llevó una vida pecaminosa. Un día que se encontraba asistiendo
a misa en la iglesia de los Frailes Menores, le pareció escuchar una
misteriosa voz que le indicaba rezar un Padrenuestro y un Ave María
al menos una vez, con fervor y atención.
Clara obedeció la orden, sin saber de donde venía, y con ello
principió a reflexionar sobre su vida. Colocándose el hábito
de la Tercera Orden de San Francisco, resolvió expiar sus pecados con
una vida de penitencia, y pronto llegó a ser un modelo de virtud, pero
muy especialmente por su caridad hacia los desposeídos y afligidos.
Cuando las Clarisas Pobres fueron compelidas a abandonar Regno, dadas las
guerras prevalecientes, fue a través de Clara que fueron capaces de
lograr sustento, los medios y un convento para mantenerse en Rimini. Más
tarde, Clara ingresó a la orden de las Clarisas Pobres, conjuntamente
con varias otras piadosas mujeres, y llegó a ser superiora del convento
de Nuestra Señora de los Ángeles en Rimini. Su trabajo estuvo
relacionado con numerosos milagros y hacia el final de su vida, fue favorecida
con el don de la contemplación. Su cuerpo ahora reposa en la catedral
de Rimini. En 1782 el culto de la Bendita Clara fue aprobado por Pío
VI, quien permitió que su festividad se celebrara en la ciudad y Diócesis
de Rimini el 10 de febrero.