La Beata Emilia Bicchieri
nació en Vercelli en 1238. Habiendo perdido a su madre a muy temprana
edad, se puso bajo la especial protección de la Madre de Dios.
No accedió a los planes de su padre
que la quería casar, y lo convenció para que le construyera
un convento, el primero de la orden regular de terciarias dominicas, del
que se convirtió en abadesa a la edad de veinte años. Habiendo
sido elegida priora contra su voluntad, gobernó con tacto y habilidad,
tuvo la sabiduría de no ordenar a nadie lo que ella misma no haría.
Llamaba la atención por la frecuencia
con que comulgaba (algo no común en esos días). Se le atribuyen
muchos éxtasis, visiones y milagros. Murió el día de
su cumpleaños, el 3 de mayo, a la edad de setenta y cinco años.
Su culto fue aprobado en 1769. Sus reliquias son celosamente custodiadas en
la Catedral de Berzelli.