BEATA FLORENCIA CAEROLS MARTÍNEZ
1936 d.C,
1 de octubre
En el lugar de Rotglà
y Corbera, en la región de Valencia, en España, beata Florencia
Caerols Martínez, virgen y mártir, que, en tiempo de persecución
contra la fe, alcanzó la gloria de la vida eterna por medio del martirio.
Había nacido en Caudete el 20
de febrero de 1890, siendo bautizada y confirmada en la parroquia de Santa
Catalina. Debido a la humilde condición de su familia, sus padres
se vieron obligados a emigrar en busca de mejores condiciones de vida. De
este modo se establecieron en Alcoy (Alicante), donde desde muy joven, Florencia
entra en el mundo laboral como trabajadora de lo textil, al mismo tiempo
que llevaba una vida comprometida con la parroquia como catequista y ejerciendo
un empeñado apostolado del bautismo, haciendo que todos se bautizasen
en momentos difíciles.
Llevaba una vida intensa de oración y hacía de
la Eucaristía el centro de su jornada participando cada día
en la Santa Misa y visitando todos los días al Señor reservado
en el Sagrario. Pertenecía así mismo a la asociación
de las Marías de los Sagrarios, a la Pía Unión misionera
de Santa Teresita del Niño Jesús y algunas otras más.
Era muy querida por todos por que se prodigaba en ayudar a todos.
Como trabajadora, muy pronto se destacó como una líder
dentro de la fábrica. Se ocupaba de dar formación social, humana
y religiosa a todas sus compañeras. De hecho, fue nombrada presidenta
del sindicato femenino católico, cargo que desempeñó
hasta el día de su muerte.
Iniciada la guerra, en septiembre de 1936, fue detenida, demostrando
una seguridad casi absoluta en el fin que le esperaba, sintiéndose
orgullosa de poder llegar a Dios por el camino del martirio. Estuvo cinco
días prisionera en el convento de las Esclavas de Alcoy, siendo trasladada
a la cárcel del partido judicial. De aquí fue conducida a la
muerte, en el entorno de Rotglá de Corbera (Játiva). Al secretario
de este ayuntamiento contaron los verdugos que Florencia murió perdonándolos
y encomendándose al Sagrado Corazón. Era el 2 de octubre de
1936. Su fiesta litúrgica se celebra el 22 de septiembre. El 11 de
marzo de 2001, Juan Pablo II la beatificó junto a otros 232 mártires
de la persecución religiosa española de los años 30.