BEATA MARGARITA MOLLI
1505 d.C.
23 de enero
Aunque el culto de la Beata
Margarita no parece haber sido formalmente confirmado, su biografía
ocupa varias páginas del Acta Sanctorum de los bolandistas. Margarita,
originaria de Russi, en las proximidades de Ravena, perdió la vista,
según se cuenta, unos cuantos meses después de su nacimiento.
Sin embargo, es imposible determinar si estaba totalmente ciega, ya que siempre
encontraba el camino de las iglesias, como lo hace notar ingenuamente su bió
grafo: "Esto me hace creer -comenta- que, aunque estaba ciega, Margarita
veía lo que quería ver". Sus primeros años estuvieron
llenos de pruebas y sufrimientos, en parte debido a su mala salud, y porque
sus prácticas ascéticas y su amor al retiro provocaron cierta
animosidad contra ella.
Fue acusada de hi pocresía y sufrió muchas persecuciones,
pero al fin acabó por ganarse la estima de sus más acerbos contradictores.
Unas doscientas o trescientas personas de ambo sexos se confiaron a la dirección
de Margarita y formaron una asociación religiosa de laicos, tanto
solteros como casados. Ayudada por el venerable Jeró nimo Maluselli
y algunos otros, la beata redactó las constituciones. Sin embargo,
la asociación no tomó forma en Italia tal como Margarita la
había concebido. En cambio, después de su muerte, el P. Maluselli
fundó sobre las mismas bases una congregación religiosa de
clérigos, conocidos con el nombre de Sacerdotes del Buen Jesús.
Margarita dio ejemplo, durante toda su vida, de continua ora ción,
humildad y amable paciencia, y deseaba que ésas fuesen las características
de la obra que había fundado. Los milagros y profecías de la
beata la hicieron famosa. Su muerte ocurrió el 23 de enero de 1505,
cuando Margarita tenía sesenta y tres años.