BEATA MARÍA JOSEFINA DE LA INMACULADA
1934 d.C.
2 de febrero
La Beata Madre María
Domenica Mantovani, primogénita de cuatro hermanos, era hija de Giovanni
Battista Mantovani y de Prudenza Zamperini. Nació en Castelletto di
Brenzone, en la provincia de Verona (Italia), el 12 de noviembre de 1862.
Fue bautizada al día siguiente. Recibió la confirmación
el 12 de octubre de 1870 y la primera comunión el 4 de noviembre de
1874. Transcurrió toda la juventud, hasta los treinta años,
en el seno de su familia.
Creció sana de espíritu y de cuerpo y se distinguió
siempre por su bondad, docilidad, transparencia de vida y extraordinaria piedad.
Antes de morir tuvo el consuelo de lograr la aprobación definitiva
de las Constituciones y la aprobación ad septennium del Instituto,
y de ver la obra continuada por unas 1.200 hermanas dedicadas a toda suerte
de actividades apostólicas y caritativas en las 150 casas de la Congregación,
en Italia y en otros países. La Sierva de Dios progresó hasta
el final de sus días en el camino de la santidad, dando prueba de todas
las virtudes, especialmente de la virtud de la humildad. Cerró su
luminosa jornada terrena el día 2 de febrero de 1934, tras unos breves
días de enfermedad. El 24 de abril de 2001, Su Santidad Juan Pablo
II, acogiendo y ratificando los votos de la Congregación para las
Causas de los Santos, la declaró Venerable y la beatificó el
27 de abril de 2003.