BEATA ROSA DE VITERBO
1252 d.C.
6 de marzo
Rosa nació en Viterbo
en 1235. Viterbo formaba parte entonces del patrimonio de San Pedro. En 1216
había muerto Inocencio III, a quien se ha llamado el Augusto del pontificado.
Con él se llegó a la cúspide de la autoridad de la Iglesia
sobre el mundo. Pero, a su muerte, el emperador Federico II estuvo en lucha
constante con los papas Gregorio IX e Inocencio IV. De la lucha salieron debilitados
los dos poderes, el imperial y el pontificio. Se acercaban días malos
para la Iglesia. Los padres de Rosa eran pobres y excelentes cristianos.
En Viterbo había un convento de religiosas, llamado
de San Damián. A sus puertas llamó nuestra heroína,
pero inútilmente, porque era pobre y porque era niña. Entonces
decide convertir su casa en un claustro. Allí se excedía santamente
en las penitencias corporales, llegando a disciplinarse hasta perder el conocimiento.
A los ocho años, víctima de sus penitencias, contrae una gravísima
enfermedad, que dura quince meses. Fue milagrosamente curada por la Santísima
Virgen, quien le mandó tomar el hábito de la Tercera Orden de
San Francisco, hábito que recibió en la iglesia de Santa María.
Aunque su muerte ocurrió el día 6 de marzo de 1252, su fiesta
se celebra el día 4 de septiembre, por ser el aniversario de la solemne
traslación.