BEATA UMBELINA
1136 d.C.
12 de febrero
Humbelina es un nombre musical,
y su vida ciertamente no desentonó, pues formó un conjunto de
perfecta armonía, con notas dulces y graves, en una bien acordada combinación.
Humbelina era hija de los señores de Fontaines. Tenía seis
hermanos. Tres mayores que ella, uno de ellos San Bernardo, y tres más
jóvenes, y ella en medio como una rosa primaveral. Esta circunstancia
enriqueció mucho su carácter. Por una parte, era muy femenina.
Su madre la presentaba como a una princesa en sociedad, y a la vez la educaba
en la fortaleza y en la virtud. Humbelina emulaba a su madre en la piedad
y en las obras de caridad que realizaba con ella. Habían marchado
ya varios de sus hermanos al monasterio, y un día conversaba Humbelina
con su padre sobre si era eficaz o no su vida consagrada a la oración.
Se decide y consigue permiso de su marido para entregarse a Dios.
Entra en el monasterio de Jully, donde ya estaban su cuñada
Isabel y su sobrina Adelina. Humbelina sucederá a Isabel como abadesa,
y a ella, Adelina. Las tres competían en virtud y santidad, en el servicio
a Dios y a los hermanos. Humbelina rigió el monasterio con prudencia
y con amor. Cuando el Señor la llamó a su seno, acudieron Bernardo
y sus hermanos. Llamaron la atención los sollozos de Bernardo. Pensaba
predicar. Pero no pudo. "Ved cómo la amaba", comentaban los presentes.
El año 1871 Pío IX concedió un Oficio propio para la
"Asociada a Bernardo en el servicio del Amor".