BEATO ALFONSO MARÍA FUSCO
1910 d.C.
6 de febrero



   Alfonso María Fusco, primogénito de cinco hijos, nació el23 marzo 1839 en Angri, provincia de Salerno, diócesis de Nocera-Sarno. A los once años manifestó a sus padres el deseo de hacerse sacerdote y el 5 noviembre 1850, como él mismo declaró mucho tiempo después, entró en el Seminario Episcopal de Nocera de Pagani. El 29 mayo 1863 fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Salerno, Mons. Antonio Salomone. Se dedicaba a la evangelización del pueblo con una predicación profunda, sencilla e incisiva. El 5 febrero 1910 se sintió mal durante la noche.

   Pidió y recibió los Sacramentos, y la mañana del domingo 6 febrero, después de haber bendecido, con brazo tembloroso, a sus hijas que lloraban alrededor de su cama, exclamó: "Señor, te doy gracias, he sido un siervo inútil". Después se volvió hacia las Religiosas y dijo: "Del cielo no os olvidaré, rezaré siempre por vosotras". Y se quedó dormido tranquilamente en el Señor. Su testimonio ha sido una fuente de vida y de gracia en particular para las Religiosas, hoy difundidas en cuatro continentes. El 12 febrero 1976 el Papa Pablo VI reconoció sus virtudes heroicas y el Papa Juan Pablo II el 7 octubre 2001 proclamándolo beato, lo ofrece como ejemplo a los sacerdotes y lo indica a todos como modelo de educador y protector especialmente de los pobres y necesitados.

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(Samuel Miranda)