BEATO AQUILES PUCHALA
 1943 d.C.
 19 de julio
 
 
 
 
  
   Jozef nació 18 de marzo 
1911 en el villorrio de Kosin, diócesis de Przemyl, hijo del matrimonio 
formado por Franciszek y Zofia Olbrycht. Fue bautizado ese mismo día. 
Después de la escuela primaria, en 1924 entró en Lviv (Leópolis) 
al seminario menor de de los Hermanos Menores Conventuales. Posteriormente 
el 21 de septiembre de 1927 ingresó al noviciado en Lagiewniki tomando 
el nombre de Aquiles. 
 
    El 29 de septiembre de 1928 hizo su voto simple. Hasta 1931 
continuó sus estudios en el seminario franciscano de Lviv, y luego 
iniciará sus estudios en filosofía y teología. La educación 
religiosa culminó el 22 de mayo de 1932 con la profesión de 
los votos solemnes y el 5 de julio de 1936 fue ordenado sacerdote. Los primeros 
años de ministerio fueron en el convento de Grodno. Luego fue transferido 
a Iwieniec, en la diócesis de Pilsk donde fue sorprendido por el estallido 
de la Segunda Guerra Mundial. Cuando a inicios de los ’40 el párroco 
de Pierszaje huyó, el padre Aquiles fue transferido allá para 
ocupar la vacante. Al poco tiempo llegó a colaborar el confraterno 
Hernann Stepien de Vilnius. Los fieles de Piesrzaje recuerdan al padre Puchala 
como un hombre y párroco bastante atento y activo.
 
    En la cercana Iwieniec el 19 de junio de 1943 hubo un levantamiento 
contra los nazis. Un mes más tarde la Gestapo vino a Pierszaje a investigar 
incluso a la casa parroquial. Según un testigo presencial, el comandante 
local de la policía alemana, un católico practicante que vivía 
en la rectoría, propuso a los dos sacerdotes el refugiarlos en secreto, 
pero Aquiles y Hermann respondieron que «los pastores no puede abandonar 
a los fieles» y se unieron a los detenidos. Todos fueron trasladados 
a la aldea de Borowikowszczyzno, donde los sacerdotes fueron separados de 
sus feligreses. Llevados los dos a las afueras del pueblo donde el 19 de julio
de 1943 fueron asesinados en un granero al que luego prendieron fuego. Los
fieles arrestados en Pierszaje fueron enviados a realizar trabajos forzados 
en Alemania. Las cenizas y los pocos restos de dos mártires fueron 
enterrados cerca de la iglesia Pierszaje, todavía hoy es un lugar de
peregrinación para los fieles.