BEATO CIPRIANO IWENE TANSI
1964 d.C.
20 de enero
Iwene Tansi nació
en Aguleri, cerca de Onitsha, Nigeria, en el año 1903. Fue bautizado
a la edad de 9 años con el nombre cristiano de Miguel. Su bautismo
le afectó profundamente a pesar de sus pocos años, y chocó
con sus padres no-cristianos, al atreverse a destruir su ídolo personal,
dado tradicionalmente a los niños varones en el momento de nacer. Después
de trabajar por varios años como maestro y catequista, entró
en el seminario en 1925, donde dejó una impresión perdurable
por su entrega, por su celo por el Reino de Dios y por su intenso espíritu
de oración. Fue ordenado sacerdote en el 1937 para la diócesis
de Onitsha. Como sacerdote, trabajó sin reposo y con toda su alma
durante 13 años para aliviar las necesidades espirituales y materiales
de su pueblo.
Tenía que caminar a pie para visitar las aldeas y las
capillas de su grande parroquia. Luego pasaba días enteros en el confesionario.
Prestaba atención especial a la preparación adecuada para el
matrimonio, contra la tradición, muy difundida entre los paganos de
aquel entonces, de "matrimonios provisorios". La gran cantidad actual de cristianos
en muchas aldeas de la tribu igbo testimonia su celo sacerdotal. Sin embargo
y a pesar de todo lo que hacía, el P. Tansi sentía la llamada
a servir a Dios de una manera más directa en una vida de oración
y contemplación, con el deseo también de traer a Nigeria la
vida monástico- contemplativa. Así, en el año 1950,
su obispo le dejó libre para probar su vocación cisterciense
en la abadía de Mount Saint Bernard, cerca de Nottingham en Inglaterra.
En el monasterio se llamaba "Padre Cipriano".
El cambio total de vida, especialmente el vivir bajo la obediencia
después de haber sido un líder de su pueblo, el cambio de clima,
de comida y, sobre todo, el cambio brutal de cultura ponían a prueba
su vocación, pero estaba convencido de estar allí donde Dios
lo quería. El Padre Mark Ulogu, que fue más tarde Abad de Bamenda,
vino el año siguiente. En el año 1962 Mount Saint Bernard decidió
hacer una fundación en Africa, pero, por varias razones, se estableció
cerca de la ciudad de Bamenda en Camerún, país vecino del Nigeria.
Aunque había sido nombrado maestro de novicios para la fundación,
Padre Cipriano, ya muy enfermo, no pudo ir.
Murió el 20 de enero de 1964, pocos meses después
de la salida de los fundadores. La reputación de santidad que había
dejado en Nigeria antes de ir a Inglaterra no dejó de crecer. Muchas
personas afirmaron haber recibido favores por medio de su intercesión,
de tal manera que la causa de su beatificación, abierta en la diócesis
de Nottingham, fue transferida en 1986 a la archidiócesis de Onitsha.
El arzobispo de Onitsha era entonces Monseñor (ahora Cardenal) Francis
Arinze, que había sido entre los primeros niños bautizados por
el Padre Tansi cuando era un joven párroco. El 22 de marzo de
1998, en Onitsha, durante un viaje a Nigeria hecho precisamente para este
fin, el Santo Padre beatificó al Padre Cipriano Miguel Tansi, al proponerlo
como modelo de celo y de oración sacerdotales.