BEATO CRISTÓBAL MACASSOLI
1485 d.C.
5 de marzo



   San Bernardino de Siena captó como nadie los valores que encerraba en su interior el alma de este joven. Después sacarle de sí todos los dones con que Dios lo había enriquecido, intentó que su noble familia comprendiese los caminos espirituales por los que quería encaminar su hijo Cristóbal. A la edad de años veinte años, se dio cuenta de que su vocación estaba en la Orden de los Franciscanos, tan de moda en aquellos años. Una vez que rompió con los lazos familiares, tan difíciles ayer y hoy cuando se trata de abrazar el estado religioso - que no da dinero - sino de ser felices - y llegó a ser sacerdote, se distinguió entre todo el mundo por su predicación y como el hombre que representaba para sus oyentes algo asó como el faro de donde se saca la luz y la esperanza para seguir viviendo los valores evangélicos, que siempre son de perenne actualidad.

   Estamos en el año 1415. Tanta fuerza tenía su palabra divina que logró muchas conversiones por su condición de verdadero taumaturgo. Su muerte tuvo lugar en el año 1485 tal día como hoy. En esta iglesia permanecieron sus restos hasta el año 1810, tiempo en que los trasladaran a la catedral de Vigevano, en los días de las estúpidas órdenes de Napoleón.

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(Samuel Miranda)