BEATO JACOBO CUSMANO
1888 d.C.
14 de marzo




   En Palermo, de Sicilia, en Italia, beato Jacobo Cusmano (Jaime o Santiago), presbítero, que fundó el Instituto de Misioneros Siervos y Siervas de los pobres, y se destacó por su caridad hacia los necesitados y enfermos.

   Hijo de padres con vastos recursos, nació en Palermo, Italia; su familia le procuró formación en los valores cristianos. Cursó sus estudios primarios en el colegio de los Jesuitas, en su tierra natal, distinguiéndose por su inteligencia y religiosidad. Definió su vocación por el sacerdocio e inició estudios eclesiásticos. Al darse cuenta de las necesidades de sus coterráneos, decidió misionar entre ellos y auxiliar en aspecto físico y espiritual a los marginados; cursó la carrera de medicina hasta recibir su título. Consagró su profesión a la atención de los indigentes de Palermo a quienes proporcionó consulta, medicinas y alimentos, en forma gratuita hasta lograr su recuperación, además de difundir entre ellos la palabra de Dios. Tiempo después, en 1860, recibió la ordenación sacerdotal. Estableció una fraternidad a la que llamó "Pan de los pobres", donde acudían los necesitados para recibir alimentos y sobre todo participaban en la Eucaristía. Fundó las congregaciones de Siervos y Siervas de los pobres, para trabajar en el apostolado con el lema "Caridad sin límites", cuyo apostolado de servicio se ha extendido por el mundo. Dejó una herencia de santidad a su muerte ocurrida en la ciudad italiana de Palermo; se le reconoce como "Siervo de los pobres", por haberse hecho "pobre con los pobres". Juan Pablo II lo beatificó en 1983. Iconografía: con hábito, en actitud de alabanza con los brazos abiertos, la Eucaristía sobre su pecho y en cada mano un pan, detrás de él una imagen de María con el niño Jesús.
 
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(Samuel Miranda)