BEATO JOSÉ LLOSA BALAGUER
1936 d.C.
7 de octubre
En la localidad de Benaguacil,
en la región española de Valencia, Beato José Llosá
Balaguer, religioso de los Terciarios Capuchinos de la Virgen de los Dolores
y mártir, que en la persecución contra la fe sufrió
el martirio.
José Llosá nace el 23 de
agosto de 1901 en Benaguasil (Valencia) y sus padres fueron Antonio y Francisca.
Aprende las primeras letras en su pueblo natal y, al cumplir los doce años,
ingresa en la escuela apostólica que los terciarios capuchinos regentan
en el convento de Nuestra Señora de Monte Sión de Torrent,
Valencia.
En la casa noviciado de San ]osé, de Godella (Valencia),
toma el hábito religioso el 15 de octubre de 1917. Y dos años
después, en la misma fecha, emite sus primeros votos religiosos. Profesa
perpetuamente el 15 de septiembre de 1925.
Concluyó los estudios sacerdotales pero, al no considerarse
digno para el sacerdocio, nunca accedió al presbiterado, ejerciendo
su ministerio siempre en Madrid, en cuya fraternidad de la Casa Fundación
Caldeiro le sorprende la persecución religiosa.
Provisto del correspondiente salvoconducto Fray José
Llosá se traslada a Meliana primero, y a su pueblo natal después,
pero, ante la inseguridad del momento, opta por refugiarse en una mansión
del valenciano barrio de Velluters, situada muy cerca de las Torres de Quart.
La noche del 1 de octubre de 1936 es detenido y conducido a Gobierno Civil,
primeramente, y luego recluido en la cárcel celular de la ciudad.
Enterado casualmente de que al día siguiente vendrían
a por él para matarlo, emplea la tarde de aquel día en hablar
con otro sacerdote, también prisionero, de cosas espirituales y en
confesarse, manifestando su aceptación del martirio, su perdón
a los enemigos y su gran devoción a Jesús y a María.
Al amanecer del día 7 de octubre de 1936 fue sacado de la cárcel
y ejecutado en término de su pueblo natal. Sus restos mortales reposan
en la Capilla de la Comunión de Benaguasil.
De temperamento un tanto tímido y pusilánime,
pero muy bien dotado por naturaleza para el arte musical y del canto, fray
José Llosá recibió una esmerada educación cultural,
religiosa y moral. Fue un religioso cultivado y sensible, amante de su tierra
y de su familia, sumamente cordial y con gran espíritu de entrega
en su ministerio de la reforma de la juventud extraviada.