BEATO JUAN DE FIESOLE
1455 d.C.
18 de febrero
Fray Angélico, uno de
los pintores más prolíficos e influyentes del Renacimiento italiano,
entró en la orden de los Dominicos cuando tenía alrededor de
veinte años. Aunque fue ordenado sacerdote, trabajó como artista
profesional hasta su fallecimiento. Su obra embellece hoy en día muchos
museos, y sus frescos de escenas de las vidas de San Esteban y San Lorenzo
decoran la capilla privada vaticana del papa Nicolás V. En la beatificación
de fray Angélico, el papa Juan Pablo II citó de una antigua
biografía: "Su pintura fue el fruto de la gran armonía entre
una vida santa y el poder creativo con que había sido dotado." Etimológicamente
significa "mensajero".
Viene de la lengua griega. Este nombre te suena perfectamente
por tu cultura artística. Seguro que habrás visto muchos cuadros
de este genial pintor. Ahora vas a conocer cómo mediante el arte, se
llega también a la meta de la santidad. Fray Angelico murió
en el año 1455. Nació en la preciosa Toscana. Siendo todavía
un adolescente, se fue a la capital de la región, Florencia. Llevaba
ya en sus venas la pintura. Ni siquiera podía soñar que la vida
religiosa le atrajera de forma especial. Y sin embargo, no son incompatibles
las dos al mismo tiempo. De hecho, con la ayuda de su hermano, entró
en el convento de los Dominicos de Fiésole. Aquí dio rienda
suelta a su creativa imaginación. Cuando hizo su profesión religiosa,
tomó el nombre de Juan. Estudió la carrera propia para ser
sacerdote. Pasado algún tiempo, lo eligieron superior del convento.
Pintó, en sus ratos libres, muchos retablos.