BEATO MARTÍN LUMBRERAS PERALTA
y MELCHOR DE SAN AGUSTÍN SÁNCHEZ
1632 d.C.
11 de diciembre
Martín nació
en Zaragoza. Hijo de Lorenzo Lumbreras y Ana Peralta, de la nobleza aragonesa.
Renunció a un glorioso porvenir y se hizo agustino recoleto en Borja
en 1617, donde estaba su tío Diego de San Juan Bautista. Recibió
el hábito y pasó a Zaragoza, donde realizó el noviciado
en el convento del Coso. Profesó en Zaragoza en 1619.
En 1621 se embarcó rumbo a Filipinas, y en Méjico
fue ordenado sacerdote. Por su amor al recogimiento y a la oración
fue nombrado maestro de novicios en el convento de San Nicolás de
Manila, cargo que ejerció durante nueve años, junto con el
de maestro de espiritualidad de la provincia religiosa.
Junto con Melchor de San Agustín, marchó a Japón
para socorrer a los cristianos en la persecución desatada en esta
isla, a instancias de los beatos Francisco de Jesús Terrero
y Vicente Carvalho, que solicitaban más misioneros para las islas
ante su inminente martirio.
En 1632 llegaron a Nagasaki. Ayudados por beato Domingo Ibáñez
de Erquiza, se refugiaron en los montes de Nagasaki, ayudando a los cristianos
dispersos. Fueron denunciados y quemados a fuego lento para que el tormento
fuera más doloroso.
Melchor nació en Granada. Huérfano de padre y
madre a los 12 años. Ingresó en los agustinos recoletos en
1617. En 1621 viajó de voluntario a las misiones de Filipinas. Sus
dotes de orador y su celo por la salvación de las almas le valieron
los cargos de predicador de la colonia española, y de prior en diversos
conventos del archipiélago. Partió con Martín de San
Nicolás Lumbreras, voluntario de misionero al Japón, donde
murió mártir.