BONIFACIO III

607 d.C.

 

 

 El Papa Bonifacio III, de origen romano e hijo de Juan Cataadioce, fue elegido para suceder a Sabiniano después de un interregno de casi un año; fue consagrado el 19 de febrero del año 607; falleció el 12 de noviembre del mismo año. Había sido ordenado diácono de la Iglesia Romana, y en 603 fue enviado por Gregorio Magno como apocrisiarius, o legado, al tribunal de Constantinopla, donde, mediante su tacto y prudencia, parece haberse ganado el respeto del emperador Phocas.

   Después de ser ascendido a la Santa Sede, Bonifacio III logró que Phocas promulgara un decreto contra Cyriacus, obispo de Constantinopla, mediante el cual se ordenaba que "la Sede de San Pedro Apóstol debía ser la cabeza de todas las Iglesias", y que el título de "Obispo Universal" pertenecía exclusivamente al Obispo de Roma –un reconocimiento un tanto similar al otorgado por Justiniano ochenta años antes .

   En Roma, Bonifacio III sostuvo un concilio al que acudieron setenta y dos obispos y todo el clero romano, y donde promulgó un decreto para prohibir, bajo pena de excomunión, cualquier discusión, de parte de cualquier persona, acerca de los sucesores de papas u obispos en vida de éstos, estableciendo que no debía realizarse ninguna acción encaminada a proveer un sucesor hasta tres días después de la inhumación.

   Las actas del concilio están perdidas, y no se sabe cuál pudo haber sido la razón de la promulgación de este decreto. El Papa Bonifacio fue un hombre "de fe y carácter probados". Murió casi al año de su ascenso y fue enterrado en san Pedro. Su epitafio se encuentra en las obras de Duchesne y Mann.


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(Samuel Miranda)