BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos
Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos
Bartolomé Esteban Murillo, hacia 1672
Óleo sobre lienzo • Barroco
325 cm × 245 cm
Iglesia de San Jorge (Hospital de la Caridad), Sevilla, España
Santa Isabel de Hungría
curando a los tiñosos es un cuadro realizado en 1672 por el pintor
español Bartolomé Esteban Murillo, por encargo de Miguel de
Mañara, para la decoración de la iglesia de San Jorge del Hospital
de la Hermandad de la Caridad de Sevilla. Tiene unas dimensiones de 3.25
x 2.45 metros y se encuentra situado actualmente, después de numerosos
traslados, en el mismo lugar en el que fue colocado originalmente, en un
retablo marco del citado templo.
La obra forma parte de un grupo de lienzos que se le encargó
al pintor para desarrollar un programa iconográfico relacionado con
las obras de misericordia y el ejercicio de la caridad, con objeto de señalar
a los miembros de la Hermandad de la Santa Caridad, radicada en esta iglesia,
el camino que debían seguir en la tierra para alcanzar la salvación
eterna. En el lienzo se representa a Santa Isabel de Hungría ayudada
por unas damas, mientras vierte agua sobre la cabeza de un niño que
se encuentra afectado de tiña cápitis, enfermedad del cuero
cabelludo producida por hongos dermatofitos.
Santa Isabel de Hungría (1207-1231) era una mujer de
ascendencia noble, hija del rey Andrés II de Hungría, tras
quedar viuda en el año 1227 dedicó su vida a la religión
y a socorrer a los enfermos y necesitados. Ordenó la construcción
de un hospital en la ciudad de Marburgo en el que ella misma atendía
a los pacientes. Más adelante ingresó en la orden terciaria
franciscana, falleció muy joven, con solo 24 años, convirtiéndose
en un símbolo de la caridad cristiana, en el año 1235 fue canonizada
por el papa Gregorio IX, su culto se extendió rápidamente.
Existe numerosos cuadros que tratan sobre el tema de Santa Isabel
atendiendo a enfermos. Esta obra tiene la particularidad de que los pacientes
son niños afectados por tiña capitis, enfermedad contagiosa
-muy frecuente en la época en se realizó el lienzo- que provocaba
zonas de calvicie (alopecia), picor e infecciones secundarias al rascado,
el proceso estaba favorecida por las malas condiciones de vida, hacinamiento
y deficientes higiénicas. En el lienzo puede contemplarse como la
Santa lava la cabeza de un joven ayudada por varias damas elegantemente vestidas,
una de las cuales sostiene una aljofaina. Contrastan fuertemente sus lujosas
vestiduras con los pobres y sucios ropajes de los tiñosos. La escena
se desarrolla sobre el fondo de una arquitectura monumental y está
bañada por una luz de tonos dorados que crea una sensación
atmosférica que contribuye a difuminar los contornos, pero permite
ver todos los detalles de los personajes. Al fondo, bajo un pórtico,
puede contemplarse una segunda escena en la que también se representa
a la Santa, pero esta vez en el acto de dar de comer a los pobres.
La obra permaneció en su localización original
en la Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad hasta que el rey Carlos
IV ordenó su traslado al Alcázar de Sevilla, para que fuera
copiada por el pintor José María Cortés, con idea de
enviar el original al Real Museo de Madrid y colocar la copia en su lugar
de procedencia, este proyecto no fue finalmente llevado a cabo por distintas
razones. En 1812, durante la Guerra de la Independencia española,
el mariscal Soult del ejército francés requisó la obra
y la regaló al Museo Napoleón de París para ser expuesta
al público. En 1815 tras la nueva situación política
de Francia y la restauración de la monarquía en dicha país,
el cuadro fue devuelto a España, a pesar de que los círculos
artísticos franceses y el entonces director del Museo del Louvre,
Vivant Denon, se opuso decididamente a esta medida, sin lograr impedirla.
Tras la vuelta a España del lienzo en 1815, quedó depositado
en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando de Madrid, donde permaneció
hasta 1901, año en que se ubicó en el Museo del Prado por una
Real Orden. La Hermandad de la Caridad realizó numerosas alegaciones
para que el cuadro le fuera devuelto, por otra parte la Real Academia Sevillana
de Buenas Letras y la Academia de Bellas Artes de Sevilla remitieron sendos
escritos al Ministro de Instrucción Pública con la misma finalidad.
Finalmente en 1939 el lienzo fue repuesto en el lugar para que fue realizado.