BEATA CATALINA DE BOSNIA
1478 d.C.
25 de octubre
Nació en Herzegovina
y se casó con Esteban Tomás, rey de Bosnia. Procuró
conservar la ortodoxia de la fe en sus territorios por medio, sobre todo,
de misioneros franciscanos, para que convirtieran a muchos herejes y cismáticos
bogomilios, que habían hecho de Bosnia la roca fuerte de su herejía.
Esta herejía situaba al mundo del espíritu debajo del de la
materia, considerado como expresión de la fuerza del mal; negaba la
Santísima Trinidad, la naturaleza humana de Cristo, reducida sólo
a la apariencia, el Antiguo Testamento, no reconocía los ritos litúrgicos,
la jerarquía eclesiástica, el bautismo y el matrimonio.
En 1463, Bosnia fue conquistada por los turcos, y sus hijos
para salvar su vida se hicieron musulmanes. Catalina, que se había
quedado viuda ese año, huyó y fijó su residencia en
Roma donde se hizo Terciaria franciscana seglar y donde llevó una
vida de gran piedad, penitencia y buenas obras. Fue acogida en Roma con gran
honor por el papa Pío II. Gozó de la estima y consideración
de los pontífices Pablo II y Sixto IV. A su muerte en Roma, dejó
su reino en feudo de la Santa Sede, con la clausula que si su hijo Segismundo,
prisionero por los turcos, una vez liberado regresara al cristianismo, él
debía ser el rey de Bosnia. Su culto es popular y nunca ha sido confirmado
por la Iglesia.