BEATO CIRIACO MARÍA SANCHA Y HERVÁS
1909 d.C.
28 de febrero
Ciriaco María Sancha
y Hervás nació en Quintana del Pidio (Burgos) el 18 de junio
de 1833 en el seno de una familia humilde. Ingresó en el Seminario
de Osma en 1852. Se ordenó sacerdote el 27 de febrero en 1858. Completa
sus estudios en la universidad Pontificia de Salamanca.
En 1862 se trasladó a Cuba, como secretario del arzobispo
Primo Calvo y Lope, un burgalés, que había sido nombrado arzobispo
de Santiago de Cuba. Con ancianos desprotegidos, niños y niñas
abandonados llevó a cabo una labor asistencial y de cuidado por la
que se ganó el apodo de "padre de los pobres".
En 1869 cumplió su sueño de fundar una congregación
de religiosas para el cuidado de huérfanos inválidos y desamparados:
la Congregación de Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha.
En 1876 fue nombrado obispo auxiliar de Toledo (en el tiempo
en el que los obispos residían en Madrid). En 1882 fue nombrado obispo
residencial de Ávila y en 1886 elegido para la sede episcopal de Madrid-Alcalá.
Siendo obispo de esta diócesis, en 1888 convoca el primer Congreso
Católico Nacional. León XIII le nombró arzobispo de
Valencia el 10 de octubre de 1892. Dicha diócesis estaba vacante porque
Antolín Monescillo había sido promovido a Arzobispo de Toledo.
Tomó posesión de la misma el 14 de noviembre del citado año
y el 20 de noviembre hizo la entrada en la Catedral. Del 19 al 26 de noviembre
de 1893 celebró el Congreso Eucarístico Nacional en Valencia.
El 18 de julio de 1894 el Papa lo creó cardenal del título
de San Pietro in Montorio. En 1898 fue nombrado Arzobispo Primado de Toledo
y Patriarca de las Indias.
Cuidó especialmente la formación de los sacerdotes.
Impulsó y creo asociaciones e instituciones religiosas produciendo
una gran renovación. Llevó a cabo una intensa labor pastoral
y social entre los más necesitados, en tiempos de especial dificultad
política. A él se le atribuye también los primeros movimientos
encaminados a la unidad de los católicos. Fue Senador en las legislaturas
1887-88 (por derecho como arzobispo de Toledo) y 1893-94 (por derecho propio).
Falleció en Toledo el 25 de febrero de 1909, y el 28
de febrero fue enterrado en la catedral de la ciudad. En su tumba de bronce,
que recibe flores a diario, figura el siguiente epitafio: "vivió pobre
y pobrísimamente murió". En 2006 el Papa Benedicto XVI lo declaró
Siervo de Dios, como primer paso en su proceso de canonización.
En 2009 se cumplió el centenario de su muerte, para lo
que se organizaron distintos actos en su memoria, con la celebración
de un "año sanchino".