HISTORIA DE LA IGLESIA
EPOCA MEDIEVAL
TERCERA PARTE:
CLUNY Y LA ERA PREGREGORIANA
CAPITULO I
CLUNY Y EL MOVIMIENTO CLUNIACENSE
Cluny es fundado como monasterio en una villa, de una
gran propiedad cercana a la ciudad de Mâcon. El fundador y propietario
de aquella villa era Guillermo, Conde de Mâcon, que se hacía
llamar Duque de Aquitania. La fecha de la fundación fue el 11 de septiembre
del 909/910. Guillermo ha recordado esta fundación en un solemne y
largo documento de extraordinaria importancia en la historia de la vida monástica.
En él se nos informa sobre los motivos de la fundación, dentro
de la "arenga". (El documento ha sido traducido al italiano por Glaudo María
Cantarella).
Podemos señalar algunos pasajes del texto :
En la "arenga" podemos leer :
"Esta claro para todos los que tienen la capacidad de considerar sanamente
las cosas, que la disposición de Dios ha decidido para los ricos,
que de los bienes que poseen transitoriamente, de ellos harán buen
uso y así puedan conseguir los bienes que siempre permanecerán...
Por ello yo, Guillermo, por el don de Dios, Conde y Duque, considerando con
solicitud, y queriendo proveer para mi salvación, e considerado bien
hecho y también absolutamente necesario confiar para provecho de mi
alma una parte de los bienes que me han sido otorgados temporalmente. El
que no se veo como se pueda de ninguna manera o de ningún modo hacer
más justamente, sino según el precepto de Cristo : "me
haré amigo de sus pobres", y con el fin de que tal acción no
temporalmente, sino continuamente sea desarrollada, sustentaré con
mis riquezas a aquellos que se recojan en profesión monástica".
(No nos habla del lugar dónde se puedan encontrar los monjes, ya que
en la Edad Media, primero se funda el monasterio y luego los monjes se encuentran
fácilmente, ya que no había falta de vocaciones).
A continuación
sigue la "dispositio", que es la parte más importante del documento
:
"Por lo tanto a todos los que viven en la
unidad de la fe y esperan la misericordia de Cristo, y se sucederán
unos a otros, y vivirán hasta la consumación del siglo, sea
sabido que por amor de Dios y de Nuestro Salvador Jesucristo, los siguientes
bienes de mi legítima propiedad transmito de mi señoría
a la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, es decir, la Villa de
Cluny "cum cortile et manso indominicato" (cortile quiere decir el centro
de un poder "fundiario", es decir, casa y jardín, la hacienda que
el señor tiene bajo control propio, pero no sólo consiste en
una hacienda, sino que es también el centro administrativo de toda
una villa, de toda la propiedad) y la capilla que allí está
en honor de la Santa Madre de Dios, María y de San Pedro, Príncipe
de los Apóstoles, con todas las pertenencias, valga decir villas,
capillas, siervos de los dos sexos , viñas, campos, prados bosques,
agua y cursos de agua, molinos, vías de acceso y de salida, culto
e inculto, en toda su integridad. Todos estos bienes se encuentran en la
corte de Mâcon y en sus contornos y cada uno tiene sus precisos límites.
Guillermo hace una extensa relación de todo lo que puede
donar, que no es sólo el terreno, que de suyo es muy extenso, sino
incluso los habitantes que viven en este terreno. Todos los siervos de la
gleba que viven allí no pueden sin más dejar este territorio,
sino que son regalados al futuro monasterio. De gran importancia son los
molinos que dona, como las vías de acceso y salida, ya que en este
momento las vías de comunicación eran muy escasas. Tras la
descripción llegamos a la decisiva intención de Guillermo
: la fundación debía asegurar a un cierto número determinado
de personas la salvación eterna, lo cual es un ejemplo que se repetirá
en otras fundaciones.
Todas estas cosas a los sobredichos Apóstoles, yo Guillermo
y mi mujer Ingelberga, dono antes que nada por amor de Dios y después
por el alma del Señor mío el Rey Otón, (era el Rey Franco
Occidental del 888-898, que fue el primer intento de los Robertini de acceder
a la dignidad de Rey, que fue un intento fallido ya que Otón en realidad
no superó nunca la oposición de los demás nobles, pero
no obstante Guillermo lo recuerda en el acto de la fundación de Cluny.)
de mi padre y mi madre, por mi mi mujer, es decir por la salvación
de nuestras almas y cuerpos, y no menor por la salvación de Avana
(la hermana del Conde Guillermo) que estos bienes me ha concedido por derecho
testamentario... (recuerda a toda la gran familia) y por nuestros fieles
que son devotos en nuestro servicio (son los vasallos, o mejor los vasallos
del vasallo, ya que Guillermo es también vasallo del Rey Franco Occidental,
aunque se comporta como un Señor autónomo e independiente que
ha sometido a otros vasallos y que son sus fieles y le prestan un juramento
de fidelidad) por la estabilidad e integridad de la religión católica...
Establezco con este don, que en Cluny sea construido un monasterio con regla
(el texto latino dice : monasterium regularis, pero Cantarello ha traducido
mal, diciendo monasterio de regulares, pero no es exacto que el autor del
documento haya querido decir esto, sino que habla de un monasterio que siga
una regla, la cual se especifica más tarde al hablar de la de San
Benito) en honor de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y que allí
se congregen monjes que vivan según la Regla de San Benito, que posean
los sobredichos bienes a perpetuidad, tengan, lleven y organicen ;
para que allí haya un venerable asilo de oración con oraciones
y súplicas sea frecuentado (se espera también la visita de
gente laica) y se busque y elija con todo deseo e íntimo ardor la
vida celeste, y asiduamente oraciones, invocaciones y súplicas sean
dirigidas al Señor, tanto por mi como por todos aquellos que más
arriba se ha hecho memoria."
La novedad
del documento la encontramos en la parte siguiente, dentro de la "dispositio"
:
"Y estén estos monjes con todos los
bienes supraescritos bajo el poder y la señoría del Abad Bernón,
que mientras viva, decidirá él según cuanto sepa y pueda,
y tras su muerte tienen los monjes licencia y potestad de elegir como su
abad y rector a cualquiera de su rango(el texto latino dice ordine, pero
en este momento no existe ninguna orden, sino sólo monasterios individuales)
según lo que agrada a Dios y según la Regla de San Benito,
sin que sean impedidos en tal religiosa elección por ninguna contrariedad
de nuestro poder o de cualquier otra persona. (por tanto una libre elección
abacial, que estaba prevista en la Regla de San Benito, pero en la gran mayoría
de los monasterios de la Edad Media era casi siempre un privilegio, ya que
los monjes no tenían la posibilidad de elegir al propio abad según
su parecer, sino que recibían un abad de afuera, impuesto en general
por el señor al que pertenecía el monasterio, ya sea un laico,
un obispo o en el caso de los monasterios imperiales era el emperador o el
rey el que nombraba al abad) Cada cinco años los monjes paguen a Roma
para la iluminación de los sepulcros de los Apóstoles diez
sueldos y tengan la protección de los propios Apóstoles y la
defensa del Romano Pontífice".
Después el fundador induce a los monjes de tener cuidado
hacia los mendigos, necesitados y peregrinos, y subraya que "los monjes
no se den al juego, ni nuestro ni de nuestros parientes, ni de cualquier
potestad terrena y tampoco a los fastos de la regia majestad, ni alguno de
los príncipes seculares, algún conde, ni algún obispo,
ni del Pontífice de la supradicha Sede Romana, para invadir los bienes
de estos siervos de Dios."
De la
lectura del documento podemos concluir algunos elementos fundamentales
:
1.- Cluny
se convierte en propiedad de los Apóstoles Pedro y Pablo, no es un
don al Papa. Se excluyen todos los derechos de la familia del fundador. Se
renuncia incluso a los derechos de la iglesia privada.
2.- El
monasterio deberá pagar una pequeña cantidad cada año
a San Pedro y San Pablo, como reconocimiento de su propiedad, pasando a ser
el vasallo de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
3.- Libertad
de toda ingerencia de la parte laica y también episcopal, que es la
famosa "libertas romana".
4.- La
fuerza dada a la "potestas et dominatio" del abad, como nuevo lugarteniente
de S. Pedro.
Cluny
desde el comienzo tiene la gran ventaja de crecer dentro de un movimiento
político, en una zona protegida de las grandes tempestades políticas.
El fundador Guillermo de Aquitania era también conde del condado de
Mâcon, en el cual se encontraba Cluny. Este condado de Mâcon
teóricamente pertenecía al reino de Francia, pero el rey franco
occidental de este momento (909-910), era un carolingio, Carlos III el simple,
un rey lejano y débil que ni siquiera es mencionado en el documento
de donación. Además este condado se encontraba en el ducado
de Borgoña, que como tal pertenecía al reino franco occidental,
pero el rey francés que vivía en la zona de L'Ille de France,
era muy débil y debía nombrar a Vicardo, conde de Auxerre,
ya que no podía él directamente esta zona. Así mismo
se encuentra cerca de la Burgundia superior y de la Provenza o Burgundia
inferior. Los primeros monjes de Cluny venían de la Burgundia superior,
Borgoña. En esta zona, que no era muy fuerte, Cluny se podrá
desarrollar libremente.
El papel
del abad de Cluny era muy importante. El primer abad que viene mencionado
en el documento de donación era Vernone, abad de la abadía
de Baume, que se encontraba en Borgoña, morirá en el 926, trasfiere
de su monasterio una observancia a Cluny que estaba modelada según
la observancia de Aniano del tiempo carolingio. Después de Vernone
vendrán una serie de abades muy longevos :
1.- Odón (927-942).
2.- Aimardo (942-954).
3.- Magiolo (954-994)
4.- Odilón (994-1049)
5.- Hugo I (1049-1109).
Los abades
eran designados por los predecesores, y después viene la ratificación
por parte de la comunidad.
En los
siglos X y XI se produce una rápida e imprensionante expansión
del monacato cluniacense contemporáneamente al influjo político
y social en toda Europa. Las principales causas de esto son :
1.1.-Organización :
Cluny es el primer intento, todavía imperfecto, de la
formación de un orden religioso en occidente. El modelo al cual Cluny
se inspiraba era el de un monasterio principal al cual se unían conventos
dependientes. Cluny ha desarrollado consecuentemente este modelo bastante
conocido en la época carolingia. La finalidad era tener en dependencia
todos los monasterios que aceptaban la forma impuesta por Cluny, no sólo
reformar en el sentido de la propia forma, sino hacerles depender del monasterio
central. Por eso abadías que fueron reformadas por Cluny, en general
perdieron el rango abacial y pasan a ser simples prioratos. A la cabeza de
estos prioratos figuraban los cinco hijos de Cluny, que son los grandes monasterios
y prioratos de :
1) Souvigny (921).
2) Sauxillanges (950)
3) La Charité-Sur-Loire (1059).
4) Lewes (1078).
5) Saint Martin-Des-Champs. (1079).
Estos
grandes prioratos tenían a la cabeza un gran prior y podían
tener bajo su responsabilidad otros prioratos que eran dependientes de Cluny.
Estos prioratos eran nunmerosos, por ejemplo la Charité tenía
52 prioratos dependientes en varios países. Cuando se trataba de monasterios
muy famosos Cluny hacía compromisos y se conformaba con el reconocimiento
de una supremacía del abad de Cluny, que podía supervisar la
elección del abad de las abadías dependientes que poseían
su propio abad o prior
1.2.-Ideal eclesiológico :
Desde el siglo XI la expresión Clunyacensis ecclesia designa la totalidad
de todos los profesos cluniacenses, todos los que han hecho profesión
monástica bajo el monasterio de Cluny, sin tener en cuenta su residencia
o su carrera eclesiástica. Su jefe era el abad de Cluny.
Ordo Clunyacensis
debemos distinguirlo de la Cluniacensis ecclesiae. No significa orden de
Cluny, sino que quiere decir la forma de vida monástica practicada
en Cluny y fijada en la costumbre, que se desarrolló en varias etapas
hasta el año 1000, el 1015 y posteriormente. El ordo cluniacensis
no estaba unido a la misma cogregación sino que podía ser asumido
por otros. Era algo que podía ser enseñado, no era una organización
sino el modo de vivir. De este modo encontramos muchos cluniacenses que no
pertenecían a la congregación de Cluny, los llamados neo-cluniacensis,
siendo uno de sus representantes más conocidos el abad Guillermo de
Dijon, fundador del monasterio de Fructuaria próximo a Turín.
El centro
de la vida cluniacense era la liturgia solemne, la cual poco a poco suplantó
a todas las demás actividades de los monjes. Al comienzo era una liturgia
similar a la de los monjes carolingios, pero a partir del año 980,
Cluny comienza a aumentar las oraciones litúrgicas, de modo que 100
años después los monjes cantaban durante el invierno cada día
por lo menos 215 salmos. Podemos decir que en general el oficio divino ocupaba
más de 7 horas al día, con dos misas cantadas al día,
además de las numerosas misas privadas de los monjes sacerdotes, frecuentes
procesiones. Donde más se engrandecía la liturgia era en las
principales solemnidades del año.
El ideal
de iglesia que Cluny quiere representar se refiere expresamente a representar
un ideal eclesiológico, la oración por la iglesia, sino la
representación de la oración de la iglesia. Esta imagen no
era triunfalista sino escatológica. El pensar en el juicio final estaba
muy presente en Cluny.
1.3.- Cluny y el mundo del feudalismo :
Si bien tenia el privilegio de la libertad romana, Cluny no
pensó desvincularse de la mentalidad del feudalismo. En el interior
de la organización utilizaba conceptos feudales. La relación
de cada monje con el abad de Cluny seguía el modelo del vasallaje.
El señor del monasterio era el abad. Cada monje en el momento de la
profesión ofrecía también el homenaje al abad. La mayor
parte de los monjes procedía de la nobleza, de la cual también
provenían los "oblatii", que después de alguna experiencia
desagradable Cluny disminuyó su número para evitar la afluencia
de gente que no tuvieran una verdadera vocación. El peligro de una
merma del nivel espiritual viene desviado mediante el derecho del abad de
designar al propio sucesor y mediante la posibilidad de mandar a los monjes
impíos a los prioratos aislados. El propio monasterio de Cluny era
grandísimo, pero muchos monasterios dependientes en Francia Italia
y España eran muy pequeños y muy aislados con 3-5 monjes.
Cluny
también tenía relaciones con los señores laicos de casi
toda Francia y de otros países. Al mundo laico Cluny ofrecía
no sólo el sercicio de la oración por los benefactores sino
también el nuevo ideal de santidad, que fue presentado por el abad
Odón en la "Vita del Santo conde Gerardo de Aurillac" muerto en el
909, en ella afirma que no sólo la vida en un monasterio era una vía
segura para la santidad, sino que un caballero también podía
llegar a ser santo si sigue en cuanto le es posible el ideal monástico.
Este era el primer paso hacia una espiritualidad laica que se va a desarrollar
durante los primeros siglos posteriores a la edad media.
2.- CONCIENCIA COMUNITARIA Y CUIDADO DE LOS POBRES EN CLUNY.
Comprendemos
en este epígrafe la asistencia comunitaria y social. Según
la concepción de Cluny, no sólo los vivos pertenecían
a la CLUNIACENSIS ECCLESIAE, sino también los miembros difuntos: sus
nombres fueron registrados escrupulosamente en los libros necrológicos.
También los no monjes podían ser admitidos en tales listas
como hermanos asociados; era una gracia que ambicionaban incluso los príncipes
y obispos, para lo cual daban ricos dones al monasterio. Los sufragios por
los hermanos difuntos no eran sólo una característica de Cluny,
sino que se hacía en todos los monasterios de la época, pero
en Cluny la memoria de los muertos tomaba una forma única en la historia
del monacato. El abad Odilón introdujo para la salvación eterna
de los monjes difuntos la siguiente práctica: después de la
fiesta de todos los santos, el 2 de Nov. , la conmemoración de los
difuntos. Al comienzo era sólo una memoria de los monjes difuntos
de Cluny, no para todos los cristianos, pero luego este día se extendió
a todos los fieles difuntos. Más importante eran los sufragios que
se hacían en el aniversario de la muerte de un monje. Las oraciones
rituales para la salvación de su alma eran completadas con ricas limosnas
que se daban a los pobres.
En el
siglo XII encontramos 18 nombres en las necrologías, lo cual quiere
decir que al menos se daban durante ese año 18 comidas, aunque en
realidad eran muchas más. Por ejemplo, cuando moría un monje,
durante treinta días seguidos, su ración de comida se daba
a un pobre. Las dimensiones de esa asistencia social han sido descubiertas
en los estudios recientes.
Cluny
en este siglo XII, a pesar de sus vastas propiedades, se encontraba en una
seria crisis financiera porque el número de difuntos aumentaban constantemente
y a la par el número de comidas se tenía que repartir a los
pobres. El abad Pedro el Venerable, en tiempos de S. Bernardo, limitó
el número de comidas diarias a 50.
3.- REFORMA MONÁSTICA DE LORENA EN EL SIGLO X.
Hasta
los años 50 en nuestro siglo, se pensaba por los estudiosos que Cluny
había sido la cuna de todas las reformas monásticas del siglo
X que encontramos en varios países occidentales. Tras los estudios
de Casius Hallinger esta afirmación no se puede sostener. Junto a
Cluny e independientemente surgían otros centros de renovación
monástica, pudiendo hablarse de un poligenismo de las reformas monásticas
del siglo X, que al principio eran independientes, pero que en una segunda
fase de su desarrollo se encontraron y opusieron, aprendiendo unas de otras.
El movimiento más influyente fue la reforma LORENENSE, así
llamada por Hallinger o reforma de GOTZ, nombre del monasterio más
importante.
El monasterio
de san Gorgonio en Gotz, está situado en el ducado de la Lorena superior.
Fue fundado en tiempos carolingios, antes del 757, por el obispo Crodegando
de Metz, un contemporáneo de S. Bonifacio, colaborador del rey Pipino
I. desde el inicio era un monasterio propio del obispo de Metz. Después
de un primer florecimiento en el siglo VIII, decaerá en el IX a causa
de la injerencia de la nobleza lorenesa, la cual disponía del monasterio
imponiendo abades laicos. Este decaimiento fue detenido por otro obispo de
Metz, el enérgico Adalberone I, el cual ofreció el monaterio
a un grupo de clérigos que deseaba una vida ascética común.
En la primavera del 934 comienzan su vida en común tomando como base
la regla de S. Benito y las Consuetudines Carolingias, haciéndose
una comunidad benedictina. En este mismo momento, otro obispo de Lorena,
Dauselino de Tours, ciudad vecina a Metz, renovó un monasterio propio,
el monasterio de Saint Evre. Poco después lo hará el obispo
de Verdum con un programa semejante. Incluso en la ciudad de Treveris se
sintió la necesidad de renovación, allí será
el monasterio de S. Maximino el que se abra a tal impulso poniéndose
en contacto con el grupo de Gotz. Por lo tanto tendremos algunos intentos
de restauración, que al inicio eran más o menos independientes,
pero que después serán un gran impulso común que llegará
a todo el imperio otoniano. Entre los primeros que se abrieron a estos impulsos
de renovación podemos señalar el monasterio de S. Pantaleón
en Colonia, fundación del duque Bruno, hermano de Otón I; otro
en Ratisbona, en Fulda, etc. . Toda esta corriente de renovación llegará
a través del monasterio de S. Maximino de Treveris. En general tomaran
las Consuetudines de este monasterio, después pedirán abades
y monjes del mismo para una renovación interna de la comunidad. Todos
aquellos monasterios reformados o nuevamente fundados gozarán de la
protección y de la benevolencia de los otones. Otón I madó
en el 953 a uno de los fundadores de Gotz, al abad Juan de Vandieres, a la
corte del califa Abderramán III de Córdoba.
Los monasterios
pertenecientes a la reforma lorenense no pretendían una organización
congregacional, como en Cluny, sino que insistían en su propia autonomía.
Esta es ya una gran diferencia con Cluny; por ello no tuvieron dificultad
de colaborar con el rey y con los obispos. No tenían aquella Libertas
romana que tuvo Cluny y por ello tenían que colaborar con el rey y
los obispos locales. Las Consuetudines eran comunes a todos: el estilo de
vida y la memoria litúrgica por los monjes difuntos (incluyendo las
de otros monasterios reformados). Consecuencia de la hermandad de oración
era que se intercambiaban entre los monasterios las listas de los difuntos.
Una segunda
ola de la reforma lorenense se constata a partir del 996, cuando los obispos
de Metz y Tours encargan a un cluniacense, Guillermo de Dijon, fundador del
monasterio de Fruttuaria (Italia), una nueva reforma de los monasterios de
sus diócesis. No se sabe si los monasterios lorenenses tuvieron en
ese momento una necesidad de reforma, probablemente no, pero Cluny era tan
conocido que los obispos querían abrir sus monasterios también
a las Consuetudini de Cluny, sin confiarlos a Cluny, pudiendo así
retenerlos como propios, pero que fueran influenciados por ese espíritu.
Guillermo introdujo usos cluniacenses que se sobreponían a las más
antiguas Consuetudines lorenenses. Esta reforma es denominada Reforma Neogotziense.
Influyó mucho en la iglesia imperial por medio de Ekberto, monje de
Gotz, muerto sobre el 1076, que llegará a ser abad al menos de un
monasterio (Schwarzach), que se convertirá en el centro de irradiación
de la reforma neogotzciense y que llegará hasta Austria y el Norte
de Alemania. En la segunda mitad del siglo XI se habla de Gotz como la fuente
de religio monástica. El influjo de Gotz en el imperio termina
en la segunda mitad del siglo XII.
Otro centro
de reforma monástica en Lorena fue el iniciado por Gerardo de Brognes
cerca de Namur en el 923. Gerardo era un señor feudal de Lorena que
funda en Brognes (919) un monasterio que al inicio era una comunidad de canónigos,
pero que después, tomando el propio fundador el hábito benedictino
en la abadía de Saint Denis, cerca de París, se transformará
en una abadía benedictina de la que llegará a ser su abad.
Gerardo pronto mostró su capacidad de organizador y reformador y se
puso al servicio de príncipes que deseaban reformar los monasterios
que estaban bajo sus dominios: el duque Hiselberto de Lorena y el conde Arnolfo
I de Bélgica. El centro de irradiación se centró en
el monasterio de S. Pedro de Gante; este lugar pertenecía al reino
franco occidental pero se encontraban tan lejano que había llegado
a ser prácticamente un principado o condado independiente. Este monasterio
de S. Pedro extiende su importancia más allá del horizonte
local ya que uno de los reformadores ingleses, Dunsatano, abad de Glawsgory,
encontró refugio al huir de Inglaterra (955-59), siendo su estancia
en el monasterio una de las raíces de la reforma monástica
anglosajona de la segunda mitad del siglo X.
4.- RESTAURACIÓN DE LA VIDA MONÁSTICA EN INGLATERRA.
A causa
de las incursiones vikingas la vida monástica, que hasta finales del
VIII era muy floreciente, desapareció casi completamente en el IX.
El mérito de haber promovido valerosamente unas narración de
la vida monástica en Inglaterra se debe al rey Edgar (959-975). El
gobierno de Edgar era la edad de oro de la Inglaterra anglosajona. En su
política se empeñó en incluir a los escandinavos y a
los vikingos que se habían establecido definitivamente en algunas
partes de Inglaterra, en medio del pueblo sajón original. Este era
el primer objetivo de Edgar que llegó a conseguir, siendo el paso
preliminar para la extensión de la Iglesia en Inglaterra y Escandinavia.
También
se ocupó de una restauración de los monasterios. La renovación
monástica del s. X se debe a la colaboración del rey con tres
famosos monjes:
1.- Dunstano,
luego arzobispo de Canterbury
2.- Ethelwold,
más tarde obispo de Winchester.
3.- Oswald,
que llegó a ser obispo de Münster.
Todos
ellos conocían los monasterios reformados en el continente, por lo
que la reforma inglesa es la transposición de varios impulsos de la
reforma continental a la Isla. Dunstano además de Gante conocía
Fleury, muy fiel al programa de Benedicto de Anniane, que no quiso nunca
aceptar del todo la reforma cluniacense para poder permanecer autónomo
e independiente de todo influjo externo. Por todo ello Fleury será
la segunda fuente de la reforma inglesa. También recibirán
otros influjos procedentes de Lorena.
El rey
Edgar hizo posible la transformación de tres catedrales importantes
de Inglaterra en monasterios benedictinos, conservando su carácter
de catedral: Canterbury, Winchester y Münster. Esto significa que en
ellas el cabildo era un monasterio benedictino y su abad era el obispo de
la diócesis. Esta es una situación única en occidente
y continuará en Inglaterra hasta 1539, cuando Enrique VIII suprime
de un golpe todos los monasterios. Al fin de la vida del rey Edgar unos 30
monasterios masculinos y femeninos se habían fundado o renovado. El
objetivo era una observancia monástica estrecha con exclusión
de cualquier influjo de patrones laicos y fundadores. Esto fue posible porque
en Inglaterra el rey era muy fuerte, más que en todos los territorios
y zonas de Europa. En torno al 970 convocó el rey un sínodo
en Winchester y pidió a los obispos, abades y abadesas presentes que
se pusieran de acuerdo sobre un modo uniforme de vida monástica que
vinculase a todos. El resultado es un famoso texto Regularis Concordia Anglicae
Nationis, que es un códice de Consuetudines promulgado por el sínodo
de Winchester y por el rey Edgar
Una particularidad
inglesa era la relación establecida por la Regularis Concordia con
el rey y la familia real. En los monasterios masculinos se oraba regularmente
por el rey y en los femeninos por la reina. El rey Edgar logró cubrir
toda Inglaterra con una red de monasterios que estaban libres de toda dependencia
feudal, sometidos sólo al rey. Esta legislación daba al rey
un gran número de personas obligadas a orar por la familia real y
le garantizaban un poderoso apoyo eclesiástico como soberano. Esta
reforma terminará con la invasión de los normandos en el 1066,
entrando así el monacato cluniacense en Inglaterra.
5.- ACTIVIDAD MISIONERA DE LA IGLESIA IMPERIAL OTONONIANA.
A veces
se piensa que la iglesia del medievo no estaba interesada en la misión,
y que esto es algo más propio de la iglesia del siglo XIII, pero esto
no es cierto. La iglesia hizo grandes esfuerzos misioneros, primero con la
evangelización de los germanos y luego, celtas, y también comenzó
a trabajar con los pueblos eslavos. Lo mismo ocurre con la Iglesia bizantina,
que hizo esfuerzos misioneros en los Balcanes y hasta Rusia. Entonces la
Iglesia medieval, de la época, tenía gran conciencia de deber
trasmitir el mensaje cristiano a otros pueblos. Hay que tener en cuenta que
el mundo medieval era un mundo muy pequeño. El mundo musulmán
estaba fuera de su alcnace, incluso muchas zonas eran totalmente desconocidas.
Podemos
decir que una de las preocupaciones de Otón I era la difusión
de la fe cristiana. Él volvió su atención hacia el Norte,
Dinamarca, Polonia y Hungría y hasta Rusia. Pero el centro de sus
intereses estaban los pueblos eslavos que habitaban entre el Elba y el Oder.
El pueblo
más septentrional eslavo, al confín con el imperio, eran los
abodriti, que ya habían tenido relación con los francos desde
tiempos de Carlomagno. Más al Este, siempre bajando, estaban los Vilzi
o Lutizi ; no se trata en este caso de pueblos uniformes, sino más
bien de confederaciones de tribus eslavas ; también estos eran conocidos
por los francos y habían reconocido en el 812 la hegemonía
del imperio franco. Finalmente, más al sur, los Sorvi, y todavía
hoy existe una pequeña parte de este pueblo en Alemania, que ha conservado
a través de los siglos la lengua eslava : se llaman sorvi (serbios).
Estos son los primeros que se han sometido a los sajones ya en tiempos del
rey Enrique I en los años 20-30 del siglo X. Otón I, luego
del ascenso al trono había continuado la política de conquista
de aquel pueblo iniciada por su padre y por este motivo, Otón I instaló
una serie de marcas : es la misma política de los carolingios que
Carlomagno había seguido no sólo en el este del imperio carolingio,
sino también en España. La instalación de marcas como
un primer paso para una integración de estas zonas, de estas regiones
del mismo imperio. Aquí hay varias marcas que Otón I instaló.
Una marca en Turingia ; luego una oriental, un término muy genérico.
Una marca del norte, y finalmente, cerca del mar Báltico, que no tenía
un nombre y que había sido confiada a un conde de su familia, el conde
Billung.
Como en
el caso de Carlomagno, también bajo Otón I no faltaron los
fracasos y sobre todo la confederación eslava de los lutizi se mostró
agresiva con respecto a la propia independencia, rechazando el cristianismo
; pues el cristianismo era para ellos la religión del vencedor.
Debemos
decir que los medios que dispuso Carlomagno para la conquista y evangelización
de Sajonia, eran mucho mayores de los que tenía Otón I. Este
se podía apoyar sólo en los sajones, mientras Carlomagno tenía
tras de sí todo el imperio franco. Los sajones, el pueblo más
importante bajo los otones, no estaban interesados en cristianizar a los
pueblos vecinos eslavos ; su motivo era que mientras los pueblos vecinos
eran paganos, podían hacer incursiones y traer el botín, con
la excusa del paganismo, si se convertían, eran hermanos, y entonces
tales expediciones no serían ya posibles, y por lo mismo la nobleza
sajona no tenía gran interés por cristianizarlos.
A pesar
de que los sajones no están dispuestos a colaborar en la evangelización
de los eslavos, sin embargo bajo Otón I se dieron pasos adelante en
ese campo de la misión. Según él mismo no bastaba un
reconocimiento de soberanía sajona ante los pueblos eslavos, el soberano,
según Otón I es también responsable de la salvación
eterna de sus súbditos, no sólo es un político que cuida
del buen orden del imperio sino también una persona que guía
hacia el cielo, y por lo mismo su trabajo miraba a la misión y al
dominio. Según una declaración solemne de Otón I, el
aumento de la veneración de Dios garantiza la salvación y la
estabilidad del reino.
6.- FUNDACIÓN DE LA ARCHIDIOCESIS DE MAGDEBURGO.
Se encuentra
junto al Elba, sobre la frontera. El nacimiento de esta diócesis es
el fruto de una colaboración de muchos intereses, no sólo del
emperador, o del Papa, sino sobre todo de los Obispos de la región.
Es un proceso que duró 30 años, pues ni él ni el Papa
lograron doblegar la oposición de los obispos interesados. Sólo
cuando, todos aquellos obispos que se oponían, murieron, pudo al final
erigir la diócesis
La primera
etapa de la fundación de Magdeburgo comienza en el año 937.
Otón I funda en Magdeburgo un nuevo monasterio benedictino y hace
venir par este, monjes de la abadía de san Maximino de Treveris. Aquel
monasterio que era una de las fuentes de la reforma monástica lorenense.
Otón I dedica este nuevo monasterio de Magdeburgo a San Mauricio,
un santo guerrero. Desde el inicio este monasterio había sido dotado
de ricos dones; esto hace pensar que Otón I al fundar este monasterio,
tenía ya en mente una segunda etapa, la actividad misionera desde
este monasterio, no un monasterio cualquiera, mirando hacia los pueblos eslavos
(este). Un decenio después, en el 948, Otón I comienza a fundar
obispados en esta zona intermedia, no insertadas todavía en el imperio:
Brademburgo; al inicio eran prácticamente diócesis sin fieles.
Eran puntos de apoyo para una evangelización posterior. Al mismo tiempo
Otón I promueve la fundación de los primeros obispados en Dinamarca.
Son tres:
1.- Ribe.
2.-
3.-
Son fundados
con la ayuda de Otón I (948). Es interesante que la fundación
de estos obispados daneses habían sido posibles, pues el nuevo rey
danés Araldo, mostraba simpatías hacia el cristianismo y de
hechos se convirtió después del 960. Este era un primer paso
para la cristianización de Dinamarca. Estas tres diócesis danesas
queridas por Otón I estaban bajo el arz. de Bremen-Hamburgo, pero
Otón I no tenía el dominio sobre Dinamarca y no aspiraba a
conquistarla, pero se interesaba por la difusión del cristianismo.
Estos tres obispados daneses no se trataba todavía de una organización
de una iglesia local; sino que eran núcleos misionales para la penetración
de la fe cristiana.
Si quisieramos
hablar de una estrategia eclesiástica de Otón I en aquel momento,
deberíamos decir que la expansión de la fe cristiana, por medio
de las nuevas diócesis, dependía de dos arzobispados : Bremen-Hamburgo
para todo el norte de Europa y Maguncia para todo el Este. Esta era la idea
de los años 40-50 de Otón I. Estos dos deberían sentirse
responsables de la misión: uno hacia el norte y otro hacia el este.
La tensión
de otón se extendió enseguida hacia el sudeste, es decir el
territorio de los sorbi. Y entre ellos trabajaba ya desde tiempo atrás
como misionero un monje bávaro de nombre Ozone. Trabajaba con gran
dedicación pero con un éxito muy modesto, cuando trató
de convertir a los sorbi al cristianismo. Había hecho de todo. Al
fin había traducido en lengua eslava las principales oraciones litúrgicas.
Había vuelto a hacer la experiencia de los hermanos Cirilo y Metodio
un siglo antes, pero el fracaso de este misionero refleja las acostumbradas
dificultades de una misión desde abajo. Que se trata de ganar a la
gente con la convicción. Este modo de hacer la misión no funcionó.
Ya habían hecho intentos en este sentido los monjes iro-escoceses,
sin el apoyo de la política de un principado o un rey. Simplemente
con la predicación y el convencimiento. Los éxitos eran siempre
muy modestos, prácticamente nulos. Desde el principio los misioneros
sajones se basaban en el poder franco. En el caso de los otones vemos de
nuevo como es difícil llevar un testimonio cristiano al pueblo eslavo.
Se necesitaba de hecho una misión venida desde arriba. Sabiendo esto
podemos entender la gran rebelión de los eslavos del Elba (983) bajo
Otón II, que va junto con la destrucción de las iglesias y
la expulsión de los misioneros. Exactamente lo mismo que habían
hecho los sajones bajo Carlomagno. Pero durante el gobierno de Otón
I todo parecía caminar bien. Poco antes de la batalla del río
Lech (955) contra los húngaros, Otón había proemtido
solemnemente la erección de un monasterio o de una diócesis,
en honor del santo del día (10 agosto), San Lorenzo, y quería
fundar este monasterio o diócesis, como centro misionero en Meersburg.
Este proyecto estaba visto no sólo como centro de misión entre
los eslavos, sino como un paso de una organización más amplia.
Si bien la iniciativa era de Otón, colaboró con el Papa. En
vísperas de la victoria sobre los húngaros parece que Otón
propuso al Papa Agapito II erigir el monasterio de Magdeburgo, en metrópoli
de una provincia eclesiástica, que abrazara todos los obispados de
la región eslava.
En una
segunda etapa después de la batalla del 955 el Papa dio una respuesta
positiva a la erección de Magdeburgo como metrópoli misionera,
pero este proyecto es rechazado por dos obispos;
1- El obispo de Halbestadt, donde se encontraba la diócesis
de Magdeburgo.
2- El arzobispo de Magdeburgo Guillermo, hijo de Otón
I
Estos
dos obispos no habían sido consultados previamente por Otón
antes de acudir al Papa. La oposición fue tan fuerte que Otón
tuvo que desistir por el momento de su plan.
La tercera
etapa fue en el 962 después de su coronación imperial en Roma
por Juan XII. El Papa dio autorización a Otón para erigir el
monasterio de Magdeburgo en archidiócesis y de erigir Meersburg como
diócesis, comunicando el Papa al pueblo no sólo la coronación
del emperador sino también las disposiciones de las nuevas diócesis.
Pero ni siquiera el Papa pudo imponer su proyecto por la negativa del obispo
de Halbestadt, que no estaba dispuesto a ceder, y sin la autorización
del obispo al que se le lesiona sus derechos, no se podía erigir una
diócesis ni siquiera el Papa. Otón demostró paciencia
en vez de cólera, siguió esperando.
La cuarta
etapa en el 967 con ocasión de un viaje de Otón a Italia por
una rebelión antipapal, se vuelve a encontrar con el Papa (Juan XIII)
en Rávena para discutir los problemas políticos y eclesiásticos
de entonces. Magdeburgo llega a ser sede metropolitana con Branderburgo y
Halvelberg como sedes sufragáneas. El Papa autoriza al nuevo metropolita
y a sus sucesores para nombrar otros obispos, cuando y donde sea necesario.
En particular son mencionados tres lugares:
1- Meersburg.
2- Zeitz.
3- Meissen.
Este privilegio
prevee una provincia eclesiástica nueva, con una circunscripción
bien precisa, que comprende cinco sedes sufragáneas. Es interesante
comparar al respecto, las decisiones de Juan XII (tercera etapa) y Juan XIII
(sólo cinco años después), pero se puede constatar como
el papado toma en sus manos el asunto.
En el
963, bajo Juan XII, es Otón el que lleva la misión, en el 967
el Papa quiere que la propagación de la fe llegue en nombre de un
mandato pontificio. El derecho de fundar otros obispados es delegado al arzobispo
respectivo y no más al emperador, y la archidiócesis al Papa.
En todo
esto podemos ver como el papado bajo los otones crece y es una autoridad
supranacional, no es sólo obispo de Roma, sino que asume de nuevo
la autoridad de la iglesia occidental y latina.
La ejecución
del mandato viene apoyada porque poco después (968) mueren los dos
grandes opositores del proyecto: el arz. Guillermo de Magunzia y el obispo
Bernardo de Halvestadt, que hasta el último momento era contrario
a una disminución de los propios derechos, para ceder terreno en favor
de una nueva archidiócesis.
Esta erección
ofrecía al emperador la posibilidad de elegir personar de su confianza
como arzobispo. Escogió a un monje benedictino que ya era obispo (abad
del monasterio de Weissemburg), Adalberto. Este tenía ya experiencia
misionera, ya que fue mandado por Otón a Rusia cuando la gran duquesa
de Rusia Olga pidió a Otón misioneros y un obispo para el principado.
Adalberto fue mandado por Otón en el 961 a Kiev, pero su misión
falló, quizás porque el monje consideró la misión
como un castigo.
En la
quinta etapa, y definitiva, de erección de Magdeburgo como sede, Adalberto
es nombrado arzobispo pero tenía la necesidad del palio, y Otón
lo manda a Italia para recibirlo (Oct. 968 lo recibe de Juan XIII).
Hubo diferencias
entre el Papa y el emperador en todo este asunto. Otón nombró
a Adalberto metropolitano de toda aquella zona de los eslavos y todas aquellas
gentes convertidas y por convertirse. El debía de ser, en la mente
de Otón, el centro misionero, responsable de toda la población
eslava más allá del Elba. En cambio el Papa en su decreto sólo
habla de los eslavos recién convertidos. Se impuso la decisión
papal, aunque Magdeburgo se convirtió en la sexta sede metropolita
del reino teutónico:
1- Maguncia.
2- Treveris.
3- Colonia.
4- Salisbrugo.
5- Bremen.
6- Magdeburgo.
7.- IGLESIA DE BOHEMIA
En el
950 el duque Woleslao I se convirtió en vasallo del imperio y como
tal tomó parte en la batalla del río Lech contra los húngaros.
Su hijo Woleslao II continuó esta política filo-germáncia.
La cristianización del país comenzó en el siglo IX;
es poco probable que la misión de los apóstoles eslavos Cirilo
y Metodio hayan tenido algún efecto también sobre Bohemia.
Ellos habían trabajado en Moravia. Los primeros indicios de una presencia
cristiana en Bohemia indican más bien a Baviera como la fuente
del cristianismo, especialmente el monasterio de la catedral de Ratisbona,
san Everardo. La misión debía hacerse desde arriba, no era
posible desde abajo.
El centro
de la familia noble era la ciudad de Praga; desde el 928-29 Bohemia dependía
prácticamente, como reino vasallo de Alemania (Sajonia). El príncipe
bohemo que se había sometido al rey sajón enrique I, había
sido Wenceslao I. Este fue asesinado por su hermano Woleslao probablemente
en el 935. Wenceslao llega a ser el primer santo eslavo, es el patrón
de la Bohemia y más tarde llega a ser el símbolo de la nación
checa, sobre todo contra los alemanes y más tarde contra los austríacos.
La administración
eclesiástica de Bohemia continuó confiada a la diócesis
de Ratisbona. Pero aquel duque Woleslao I, quería un obispo propio,
no dependiente de Ratisbona y así Otón I en cuanto señor
del reino vasallático, fundó en el 975 la diócesis de
Praga y puso como primer obispo un monje sajón. El patrón de
la catedral de Praga era san Vito. La nueva diócesis de praga fue
agregada a la provincia eclesiástica de Magonza, y no a Salzburgo
que era la más cercana, hay dos hipótesis de porque fue así:
una priemra que nos dice que el duque de Bohemia quería una cierta
autonomía y Salzburgo estaba demasiado cercana, y una segunda que
habla de compensación por la pérdida de parte del territorio
al fundarse la diócesis de Magderburgo.
El resultado
de la evangelización, a pesar de la creación de la diócesis
de Praga, al principio era muy modesto. Más importante es el hecho,
que el sucesor de este primer obispo era un eslavo Adalberto Voitech. Este
había estudiado en Magdeburgo, fue obispo en 983. Llegó a ser
el segundo obispo de Praga, pero su episcopado fue muy infeliz. Era un hombre
muy rígido, que en vano luchó contra las deficiencias morales
de su clero, contra sus fieles, medio paganos, quiso por encima de todo aplicar
las leyes canónicas, además era representante de la segunda
más grande familia de Bohemia: los Slavnik, que por su rivalidad con
otra familia preponderante provocaban una situación llena de dificultades.
De hecho muy pronto el duque Woleslao se decidió a no apoyar los intentos
separatistas de los Slavnik, que vivían más al este de Bohemia.
Para comprender porque aceptó a Adalberto como obispo podemos pensar
que lo que buscaba era un compromiso con su familia para así poder
dominar mejor todo el país. La posición de Adalberto como obispo
no era del todo clara: o era obispo de una iglesia territorial bohemia o
era un obispo imperial como el resto. Él se consideró obispo
imperial, simplemente no quiso estar bajo el duque bohemio, prefiriendo someterse
al emperador ante quien quería responder. Todo ello hizo que Adalberto
fallara como obispo y dejase el país encaminándose hacia Roma.
Allí ingresa en el monasterio de S. Bonifacio en el 990, donde hubiera
quedado feliz sino llega a ser que su metropolita, el arzobispo de Maguncia,
no le hubiera exigido enérgicamente el regreso a Praga. Así
Adalberto retornará a su diócesis de la que una vez fracasado
volverá de nuevo a Roma, donde presencia la coronación de Otón
III (Mayo 997). Tras la coronación se celebrará un sínodo
del que obtiene como única concesión convertirse en misionero,
si su grey de Praga verdaderamente no lo quería como obispo. Toda
su familia será asesinada salvándose sólo él
y su hermano que se encontraban casualmente en Polonia. Un regreso a Bohemia
era imposible por lo que en el 996 aceptará la invitación del
duque polaco, Woleslao Chrobry para trabajar como misionero en los confines
septentrionales de Polonia. Su labor misional será muy breve ya que
morirá martirizado el 23 de Abril del 997 por mano de paganos prusianos.
El duque Woleslao buscará el cuerpo de Adalberto trasladándolo
a la ciudad de Gniezno, pues presentía el valor de tal reliquia para
su reino. Adalberto fue canonizado en el 999 por el Papa Silvestre II a instancias
de Otón III, Polonia tenía desde el principio de la evangelización
un santo mártir conocido en todo el occidente.
8.- LA CRISTIANIZACIÓN DE POLONIA Y HUNGRÍA
8.1.- POLONIA
Como en
casi todos los casos del Este de Europa la formación de estado propio
y la cristianización están intimamente unidas. La formación
estatal de Polonia parte del territorio de Gniezno . El primer duque polaco
aceptado históricamente es Mieszko, hombre de suma importancia para
la cristianización del país, con él comienza el gobierno
de la familia Piasti. Este duque estaba en contacto con Otón I, lo
cual fue muy importante para la formación del estado polaco y la cristianización
de Polonia.
Mieszko
I se casa en el 966-67 con la hija del duque Woleslao de Bohemia y se hace
bautizar en el 966-7 en rito latino, lo cual es de suma importancia y significa
que el influjo del cristianismo bizantino permanece excluido. Los primeros
misioneros de Polonia no provienen de Alemania, la iglesia de Polonia no
era una fundación de Magdeburgo, sus primeros misioneros vienen de
Bohemia, por causa del matrimonio de Mieszko.
En el
968 o más tarde fue elegido en Polonia un obispo en Poznan,
que era una diócesis de misión para promover la cristianización
del pueblo y era la primera piedra de la fundación de la iglesia de
Polonia. El primer obispo del que tenemos noticias, Jordano, era bohemio,
pero el segundo fue un sajón llamado Unger. Este hecho demuestra que
Mieszko después de los primeros pasos de cristianización procedentes
de Bohemia, la primera estabilización de su estado, alcanzó
buenas relaciones con el imperio, sus vecinos sajones. En qué medida
Magdeburgo en este proceso de estabilización estuvo implicado y discutido.
Para Widmaro Poznan era una diócesis sufraganea de Magdeburgo, pero
el privilegio del Papa Juan XIII del 967 para la diócesis de Magdeburgo
no hace mención de Poznan, lo cual corresponde probablemente a la
realidad.
Según
todo lo anteriormente expuesto Poznan no era sufraganea de Magdeburgo siendo
una diócesis todavía en el aire sin una pertenencia clara a
ninguna otra organización eclesial.
Un segundo
hecho bastante olvidado es que Miezsko I mantuvo relaciones directas con
Roma. Poseemos sólo una fuente, bastante discutida y a su vez muy
curiosa muy citada por los historiadores polacos, llamada Dagome iudex. Se
trata de un regesto de un documento perdido, dentro de una colección
canónica. Según este regesto un cierto Dagome iudex había
transferido a S. Pedro la ciudad de Schinesne, con todas sus pertenencias;
la autenticidad de esta donación de la colonia a S. Pedro hoy es aceptada
por todos, a pesar de que algunos detalles son todavía inciertos.
El regesto sitúa la donación en tiempos del Papa Juan XV (991-2).
Es la primera vez que un príncipe y todo su pueblo se someten bajo
la especial protección de S. Pedro y de su vicario, declarándose
propiedad de S. Pedro. Esta sumisión expresa el deseo de otros príncipes
neoconversos de tener una provincia eclesiástica sometida directamente
a la Santa Sede, siendo expresión de la voluntad de independencia
y de la propia autonomía. Probablemente el donante, Dagome iudex sea
el propio Mieszko. Por otro lado también Roma estaba interesada en
tener un reino perteneciente a S. Pedro y una zona donde misioneros bizantinos
habían tenido un resultado espectacular en el 987 con el bautismo
de Rusia.
La segunda
fase de la cristianización de Polonia con el hijo de Mieszko, Woleslao
Chrobry (992-1025). Woleslao colaboró fielmente con Otón III,
que preservó el movimiento de independencia de Polonia de cualquier
sometimiento de la iglesia alemana. Esta política de Otón III
culminó en el famoso acto de Gniezno en Marzo del año 1000.
A finales del 999 Otón III acompañado de otros invitados se
pone en camino de Roma a Gniezno para visitar la tumba de su amigo martirizado
Adalberto de Praga. Durante esta visita el emperador erige Gniezno como archidiócesis
con tres sedes sufraganeas:
1.- Kolberg/Kotobrzeg
2.- Cracovia.
3.- Breslavia.
En este
acto se erige por tanto una provincia eclesiástica, pero no se hace
ninguna mención de Poznan que todavía existía. El reino
de Woleslao Chrobry recibe así una organización eclesiástica
propia sin dependencia de Magdeburgo, lo cual va contra el proyecto de Otón
I. La mayoría de las fuentes que nos relatan este acto vienen del
imperio o de Sajonia, y no mencionan elementos importantes o son netamente
hostiles a la decisión del emperador. La única fuente polaca
es la crónica anónima del llamado Dagnus anonimus, es muy estricta
siendo escrita 100 años después del acontecimiento. Lo que
si es cierto es que Otón III no había respetado los derechos
del obispo de Poznan que le había acompañado hasta Gniezno,
y que se consideraba responsable de toda Polonia. La situación era
similar a la ocurrida anteriormente con Magdeburgo. Ningún precepto
papal o imperial, ningún sínodo podía obligar al obispo
Unger de Poznan a dar su consentimiento a la erección de la nueva
archidiócesis, sólo una decisión voluntaria había
creado las condiciones jurídicas necesaria para dicha erección,
pero sin su consentimiento nada se hubiera podido hacer. Lo cierto es que
nunca dio su consentimiento hasta su muerte en el 1012. Todo esto significa
que la archidiócesis fundada por el emperador permanece como una cosa
híbrida entre proyecto y realidad porque faltaba la última
convalidación que no la daba el Papa sino el obispo. Otón III
había previsto también para Gniezno un obispo, bien el hermano
de Adalberto de Praga, Gaudencio, el cual en esta situación canónicamente
insegura no tenía ningún poder jurisdiccional.
Lo mismo
ocurre con la elevación del rango de Woleslao. Muchos sajones estaban
furiosos. Tal incerteza sobre la validez del acto de Gniezno ha llevado a
quitar importancia sobre la validez del Dagnus anonimus pero no obstante
hoy es tenida como válida. Esta incerteza ha dado pie al sucesor de
Otón III, Enrique II un pretexto para desdeñar desde lejos
lo que había sido hecho, sea la elevación de Woleslao a rey,
sea la erección de la archidiócesis de Gniezno. No obstante
existe desgraciadamente. En todo este acto Otón III seguía
las directrices de su madre Teofane, siendo así el constructor de
la iglesia polaca desde sus inicios.
8.2.- HUNGRÍA.
La cristianización
de los húngaros comienza antes de la batalla a orillas del río
Lieche en Agosto del 955. Desde el 940 llegó a ser evidente para los
príncipes húngaros que la aceptación del cristianismo
era el mejor medio para afirmarse dentro de la familia de los pueblos europeos
y para defenderse en el futuro de las presiones que provenían de Alemania.
En la primera fase buscaban una solución similar a la búlgara
donde el zar Boris I había recibido juntamente con el bautismo en
el 965 de parte de los bizantinos una autonomía eclesiástica.
El primer contacto, viendo la cristianización de Bulgaria, los húngaros
lo hicieron de cara a Bizancio.
Dos nobles húngaros se trasladaron a Constantinopla en
el 948 y fueron bautizados siendo su padrino el propio emperador Constantino
VII (913-59), demostrándose así la importancia que para la
corte de Bizancio tenían estos bautismos. El emperador se empeñó
activamente en colaborar a la misión entre los húngaros. Un
obispo griego volvió con los neobautizados a Hungría y comenzó
con la cristianización de la familia más importante de la aristrocracia
húngara y otros grandes. Hungría pareció llegar a ser
parte de la cristiandad bizantina. Esta evolución fue bruscamente
interrumpida por la batalla del río Lieche del 955. Esta derrota produce
en el emperador bizantino la sensación de que los húngaros
no son tan temibles como él pensaba, y por ello suspende los tributos
que solía dar cada año a los húngaros para impedir las
incursiones de estos en los Balcanes y en el imperio Bizantino. La supresión
del pago a los húngaros coincide con la visita de la gran duquesa
rusa Olga que llega en el 957 a Constantinopla esperando del emperador bizantino
tales regalos para impedir invasiones de Rusia. Esta decisión del
emperador ha influido en los acontecimientos de Europa hasta hoy. Por un
lado legó Rusia a la iglesia ortodoxa y por otra parte lo hace de
modo que los húngaros dieron la espalda al cristianismo griego.
En esta situación la cristianización de Hungría
pasa a la Iglesia imperial otoniana. Esta cristianización comienza
con una embajada del príncipe Géza al rey Otón I en
el 972 para comunicarle la disponibilidad de los húngaros de aceptar
el cristianismo. Este mismo año se produce el matrimonio del hijo
de Otón I con la princesa Teofane. Géza debía tener
la impresión de encontrarse en medio de dos potencias aliadas, ambas
peligrosas para la seguridad de su reino. En esta situación decide
aceptar el cristianismo latino ya que nada esperaba de Bizancio. Sobre los
pasos de la misión en Hungría carecemos de fuentes, sabemos
que Otón I manda pronto un monje, Bruno de San Gallo, como obispo
misionero de Hungría. Este monje bautiza al príncipe Géza,
el cual obliga a sus súbditos a aceptar la religión cristiana.
A su iniciativa se debe la fundación del primer monasterio de Hungría,
la abadía de Panonalma antes del 997.
La segunda fase de la cristianización latina está
unida al obispo de Pasavia, Pilgrim. Este obispo había ayudado a Bruno
como sacerdote pero no de una manera desinteresada ya que quería extender
su poder hasta Hungría, soñando llegar a ser arzobispo de Hungría
y por ello no sólo reclamó a uno de los primeros sacerdotes
latinos a Hungría, el monje Wolgango que llegaría a ser obispo
de Ratisbona, hoy canonizado, sino que pone en escena una gran impostura
falsificando no menos de 8 bulas pontificias que sostenían que el
obispo de Pasavia fuera el heredero de una antigua archidiócesis romana,
Lauriacum, a la cual había estado sometida toda la Panonia. El competidor
de Pilgrim era el obispo de Salzsburgo, Federico, que para defender sus derechos
falsificó otros tantos documentos.
Entre otras personas importantes de la misión en Hungría
hemos de mencionar a San Adalberto de Praga, que tuvo contactos personales
con Géza y su familia, bautizando al hijo de Géza, el futuro
S. Esteban rey de los húngaros
San Esteban entrará en relación con Otón
III y el Papa Silvestre II, y como en Polonia se somete a la protección
de San Pedro y fue coronado rey con el consenso papal e imperial en la ciudad
de Esztergom en Enero del año 1001 con una corona regalada por el
Papa Silvestre II (conservada hoy en Budapest y que ha llegado a ser el símbolo
de la nación húngara, pero es una réplica de la original
cuya fecha de fabricación es muy discutida, aunque es muy posterior
al año 1000 ; en la primavera de 1945 fue secuestrada por las tropas
americanas y llevada a EEUU, siendo restituida por Carter en 1978 al gobierno
de Hungría). Se producen también otros acontecimientos muy
semejantes a los de Polonia : Otón III regaló una copia de
la Santa Lanza como la de Polonia.
Pocos meses después de la coronación
San Esteban comunica al Papa la fundación de una archidiócesis
en Esztergom y solicita el permiso de Silvestre II. En conjunto, Esteban,
ha fundado diez diócesis en su país. Solicitó en todo
momento la autonomía tanto para la Iglesia como para el reino de Hungría.
Si San Esteban es tenido como el fundador de la Iglesia de Hungría
hemos de añadir que sin el apoyo de los otones esta cristianización
no se hubiera producido tan rápidamente. Por último decir que
como en Polonia no faltaron retrocesos, pero la inclusión de ambos
reinos en la familia de los pueblos occidentales permanece como un hecho
importante lleno de resonancias históricas que se hacen sentir hasta
nuestros días.