HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA
EPOCA ANTIGUA (SIGLOS I-V)
PRIMERA PARTE:
DEL SIGLO I AL III D.C.
CAPITULO XII
LA SITUACIÓN DEL CRISTIANISMO BAJO LOS EMPERADORES MARCO AURELIO Y
CÓMODO. EL “MARTYRIUM” DE LAS IGLESIAS DE LYÓN Y VIENNE.
Ya en la primera apologética cristiana
se atribuyó al emperador Marco Aurelio (161-180) un edicto favorable
a los cristianos, quitando las partes de leyenda que se puedan atribuir,
para explicar su protección lo cierto es que su cercanía al
estoicismo, pudo ser la verdadera razón a esta mitigación de
las leyes anteriores, pues de sus escritos se desprende, con certeza, el
desprecio que sentía hacia esta religión dado que consideraba
el sacrificio de sus propias vidas, me refiero a los cristianos, una ilusión
falsa y necia.
En el 176-77 emite un escrito, donde deja claro, que no está
dispuesto a poner en peligro la religión de estado por causa de iluminados
de diversas religiones. Lo que si parece cierto, es el constante saqueo,
al que somete las propiedades de los cristianos en todas partes y es por
ello, que algunos autores cristianos famosos del tiempo, se quejan al emperador
como demuestra el caso de Melitón de Sardes o Atenágoras.
Por está época, se dan algunos de los martirios
más significativos de todo este periodo, caso de Justino entre los
años 163-67, debido a las intrigas del filósofo Crescente.
Multitud de martirios quedaron certificados en esta época.
Pero si duda, el caso más significativo de este periodo
es la persecución en Liyon y Vienne en las Galias. Eusebio de Cesarea
recoge la carta del relato casi intacta en su obra de Historia de la Iglesia.
Una parte de esta iglesia procedían de oriente. También
había sujetos de clases inferiores, como esclavos, artesanos etc.,
pero de una intensa vida espiritual. En el verano del 177 se habían
reunido en Lyón representantes de todas las Gálias, para las
fiestas del culto imperial . En este preciso momento estallo un furor, en
contra de los cristianos a los que como en otras partes del imperio se les
acusaba de ateísmo etc.
Conducidos a la plaza mayor fueron abucheados y de allí
conducidos a la cárcel, para ser juzgados por el legado imperial .
Esclavos al servicios de sus señores cristianos, por afán de
lucro, los acusaron de las mayores atrocidades.
Fontino, viejo obispo de la ciudad, tras los tratos brutales
que le dieron, expiro en la cárcel. Los demás fueron echados
las fieras. Todos se mostraron constantes en su intención aplicándose
el castigo impuesto en la ley, para los que no renegaban de sus religión
de modo que todos también Attalo noble romano, fueron conducidos a
la muerte.
Bajo Marco Aurelio, muchos cristianos fueron condenados a trabajos en las
minas, como castigo por su pertenecía y perseverancia en está
religión.
No cabe duda que a la agudización de las persecuciones
se debió, en gran parte, al malestar generalizado de las gentes contra
el imperio, eran acosados por las guerras que mantenía el emperador
contra los bárbaros; a esto, añadamos las catástrofes
naturales y la peste. Todo ello, hace que la gente se descargue contra los
cristianos, como forma de atribuir los males y para saciar su ansiedad.
Desde dentro, las luchas contra los paganos, el excesivo afán
de martirio de los montanistas, y la vida misma separada que mantenían
los cristianos, del resto del mundo, sin duda atrajo, la ira de las gentes
.
1.- BAJO CÓMODO.
Este emperador, resulto más bien favorable, debido a
la influencia de su esposa Marcia, que mantenía como amistades a algunos
cristianos influyentes.
Los pocos martirios en este mandato se deben a las legislaciones anteriores,
caso de los mártires de la ciudad africana de Cillium de la que se
puede decir es la primera documentación latina conservada de origen
cristiano .