LA CUARESMA
La Cuaresma es un tiempo de
preparación intensiva a la Pascua. Fundamentalmente la Cuaresma es
un itinerario que lleva al cristiano a celebrar y vivir la Pascua del Señor.
El Calendario Romano en el n.27 nos indica el sentido que le
da la Iglesia a esta temporada litúrgica: "El tiempo de Cuaresma se
ordena a la preparación de la celebración de la Pascua; efectivamente,
la liturgia cuaresmal prepara para clebrar el Misterio Pascual, tanto a los
catecúmenos, mediante las diversas etpas de la iniciación cristiana,
como a los fieles, mediante el recuerdo del Bautismo y la práctica
de Penitencia".
Una primera idea, que hay que subrayar en esta descipción
de la Cuaresma, es que no se trata de una celebración independiente,
sino que se ordena a la preparación de la preparación de la
Pascua. Esto quiere decir que la Cuaresma hay que verla a la luz del Misterio
Pascual.
Otra idea que nos sugiere es que la Cuaresma se dirige a los
catecúmenos para prepararlos al Bautismo de la Vigilia Pascual, y a
los cristianos para disponerlos a renovar su consagración bautismal
y purificarse en "la práctica de Penitencia".
Todo esto podriamos sintetizarlo, diciendo que la Cuaresma
es un tiempo fuerte de evangelización para llevar al Bautismo a los
no-cristianos, y a la superación evangélica a los bautizados.
Esquema de la Cuaresma
El tiempo de Cuaresma va del Miércoles de Ceniza hasta
antes de la Misa Vespertina del Jueves Santo. Desde su inicio hasta la Vigilia
Pascual no se canta el Aleluya.
Los Domingos de este tiempo se llaman: Domingo I, II, III,
IV y V de Cuaresma. El sexto Domingo se llama " Domingo de Ramos o de la
Pasión del Señor".
En la mañana del Jueves Santo, el Obispo concelebra
con su presbiterio, bendice los óleos y consagra el crisma.
¿Por qué cuarenta días?
En la duración del tiempo de preparación a la
Pascua influyeron mucho algunos acontecimientos bíblicos, que consagraron
este número.. Recordemos: los cuarenta días de ayuno de Nuestro
Señor; los cuarenta años que el Pueblo de Dios pasó
en el desierto; los cuarenta días que Moisés transcurrió
en el Monte Sinaí; los cuarenta días en los cuales el gigante
Goliat estuvo desafiando al pueblo de Israel, hasta que David lo degolló;
los cuarenta días de marcha de Elías para llegar al monte Horeb;
los cuarenta días de predicación en Nínive del Profeta
Jonás.
Desde un principio los cuarenta días de la Cuaresma se
cuentan a partir del primer domingo y no del Miércoles de Ceniza.
No obstante, el uso del ayuno cuaresmal tiene lugar en este miércoles,
porque no se consideraba conveniente hacer del día del Señor
(el domingo) un día de penitencia.
Inicialmente la Pascua no tenía una Cuaresma de preparación.
No se sentía la necesidad. Después de la paz de Constantino
(312), debido a cierto relajamiento espiritual, se sintió la necesidad
de un período de recogimiento y de austeridad para una mayor coherencia
con el bautismo.
Normas sobre el ayuno y la abstinencia:
1.-El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia; así
como lo es el Viernes Santo.
2.-Abstinencia de carne: todos los viernes del año. Pero el Episcopado
mexicano ha dispuesto lo siguiente:
"Conscientes de la situación de pobreza en que viven
muchos sectores de fieles, y dado que nuestra cultura admite otros signos
más adecuados de penitencia, disponemos".
Que se pueda suplir la abstinencia de carne, hecha excepción
del Miércoles de Ceniza y Viernes Santo:
a) por la abstinencia de aquellos alimentos que para cada uno significa especial
agrado, sea por la materia o por el modo de su confección;
b) o por una especial obra de caridad;
c) o por una especial obra de piedad;
d) o por otro significativo sacrificio voluntario".
3.-Sujeto de la ley del ayuno y la abstinencia:
-abstinencia de carne: todos los que han cumplido 14 años. La ancianidad,
por sí sola, no exime de esta ley de abstinencia.
-ayuno: "obliga a todos los que han cumplido 18 años, hasta el comienzo
de los sesenta: (Calendario Litúrgico de 1988, pág. 51).
La Semana Santa
Con el Domingo de Ramos inicia la Semana Mayor. En este día,
la Iglesia hace memoria de la entrada de Jesucristo a Jerusalén, para
llevar a cabo su misterio Pascual.
Jueves Santo
Antiguamente en este día se concluía el penitencial,
iniciado al principio de la Cuaresma, de los pecadores arrepentidos que recibían
la absolución para participar en la Eucaristía Pascual.
Lo característico de este día es una Misa Crismal,
que se celebra en el transcurso de la mañana en la catedral. Todo
el presbiterio de la diócesis se une al Sr. Obispo, que preside la
celebración eucarística y bendice los Santos Óleos.
Esta celebración pone en evidencia el clima de una verdadera fiesta
del sacerdocio ministerial en el seno de todo el pueblo sacerdotal y orienta
la atención hacia Cristo, cuyo nombre significa "consagrado por medio
de la unción" (Lucas 4,18). Por la unción crismal, los fieles
reciben su consagración y, consecuentemente, su nombre de cristianos
(Hechos 11,26).
Además del Crisma, se bendice el Óleo de Catecúmenos,
con el cual se unge el pecho de los niños, antes de recibir el bautismo,
y el Óleo de los Enfermos, que sirve para darles fuerza en su combate
y para conseguir la salud sorporal y espiritual.
La renovación de las promesas sacerdotales, después
de la liturgia de la Palabra, compromete a los ungidos para el servicio del
Pueblo de Dios a la fidelidad.
Con la Misa Vespertina inicia el Triduo Pascual. Se celebra
la instrucción de la Eucaristía, del sacerdocio y el Mandato
del Señor sobre la caridad fraterna.
Viernes Santo
Es el primer día del Triduo Pascual, puesto que la tarde
del Jueves Santo pertenece al Triduo por ser la víspera del primer
día.
La Iglesia no celebra un funeral, sino la muerte victoriosa
del Señor. Es un día de amorosa contemplación del sacrificio
de Cristo.
Hoy no se celebra la Eucaristía por una tradición
muy antigua. El elemento fundamental y universal de la liturgia de este día
es la proclamación de la Palabra de Dios.
¿Por qué no se celebra la Eucaristía? El
Papa Inocencio I (401-417) da una explicación: "Es evidente que los
apóstoles durante aquellos dos días (viernes y sábado)
estuvieron sumergidos en la tristeza y escondidos por miedo a los judíos.
No hay duda de que durante aquellos días ellos hayan ayunado y así
vino a crearse en la Iglesia la tradición de no celebrar los Santos
Misterios durante estos dos días".
La liturgia de este día se divide en tres partes:
1.-Liturgia de la Palabra
2.-Adoración de la Cruz
3.-Comunión
1.-Liturgia de la Palabra
2.-Adoración de la Cruz
3.-Comunión
Adoración de la Cruz
Por adoración de la Cruz se debe entender la adoración
de la persona de Cristo crucificado y el misterio significado por esta muerte
por nosotros. No es el material con que está hecha la Cruz, sino lo
que la Cruz significa es lo que nosotros adoramos.
La Iglesia levanta el signo de la victoria del Señor
para manifestar el cumplimiento de lo que Jesús había dicho:
"Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis
que Yo Soy..." (Juan 8,28), "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré
a todos hacía mí" (Juan 12,32). Levantando la Cruz, por tres
veces, el sacerdote canta: "He aquí el árbol de la Cruz, donde
fue clavado Cristo, el Salvador del Mundo". La asamblea postarda canta "Venid
y adoremos".
Sábado Santo
Desde lo más antiguo, el Sábado Santo ha sido
un día sin celebraciones litúrgicas. El Papa Inocencio I (401-417)
escribió: "en estos dos días Viernes y Sábado Santo,
es tradición de la Iglesia no celebrar absolutamente los sacramentos".
El Sábado Santo se dedicaba casi exlusivamente al último
escrutinio de los elegidos, que en la próxima noche iban a recibir
el bautismo. Des las 9 a las 12 de la mañana se celebraban ante el
pueblo estos escrutinios, durante los cuales se llevaba a cabo:
a) el último exorcismo con el rito del Effeta;
b) la unción del óleo de los catecúmenos;
c) la triple renuncia a Satanás;
d) la Redditio Symboli, es decir, el rezo del Credo, que se les había
entregado anteriormente para que lo estudiaran.