BEATA DARÍA ANDIARENA SAGASETA
1936 d.C.
7 de diciembre

Beata Daría Andiarena

   Nació Sor Daría en Donamaría, Navarra, el día 5 de Abril de 1879, siendo bautizada al día siguiente, en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Recibió los nombres de Josefa Engracia, aunque familiarmente se le llamaba Graciana.

  Fueron sus padres Don Nicolás y Doña Francisca, quienes inculcaron en su hija, la fe y los valores cristianos que reinaban en el hogar.

    A los 23 años ingresó como Sierva de María en la casa de San Sebastián, el día 9 de Noviembre de 1902, pasando a los pocos días al Noviciado de Madrid. Tras emitir sus votos temporales el 4 de mayo de 1905, es destinada a Zaragoza, donde permaneció hasta marzo de 1910, ejerciendo nuestro ministerio de caridad junto a los enfermos, con entera dedicación.

   Pasó a nuestra Casa de Ciudad Real, donde tras corta estancia en dicha Comunidad, de nuevo regresa a Madrid. Allí hizo su profesión perpetua el 5 de mayo de 1913.

   No tardó en enfermar de una úlcera de estómago, siendo esta enfermedad ocasión de poner de manifiesto su humildad. Todo cuanto se hacía para aliviarla le parecía demasiado y se le veía turbada a la menor atención que tuvieran con ella.

   El año 1922, se la destinó al Noviciado de la Casa Madre con el cargo de Auxiliar de la Madre Maestra para las Hermanas Coadjutoras. Su caridad para con las Novicias era sin medida, comportándose como una verdadera Madre para con ellas, sacrificándose por todas siempre que la necesidad lo pedía. Su vida quedó como una verdadera referencia continua para las jóvenes que la conocieron. Desempeñó por espacio de ocho años eta delicada misión, pasando luego a la Comunidad de Pozuelo de Alarcón como Consiliaria y Secretaria. En esta Comunidad también fueron visibles y admiradas sus hermosas virtudes, edificando a todas por su porte afable y religioso.

   La entrega de su vida no fue vista por las Hermanas que la conocieron como algo casual, sino como la coronación de toda una vivencia. Con frecuencia se le oía decir: “Yo quiero el martirio del sacrificio diario y si Dios quiere, también morir, morir mártir por El.”

   En 1936, fue detenida por los revolucionarios en unión de Madre Aurelia y Sor Aurora. Según la familia que las albergaban fue Sor Daría, quien, al ser objeto de insultos y vejaciones al sospechar que eran Religiosas, afirmó: “Somos, en efecto, Religiosas; pueden hacer lo que quieran de nosotras, pero yo les suplico, que a esta familia no les hagan nada, pues, al vernos sin casa y autorizados por el Comité de Pozuelo, nos recibieron en la suya por caridad”.

   Sor Daria fue escogida para el martirio, que tuvo lugar probablemente en la noche del 6 al 7 de Diciembre de 1936 en Aravaca (Madrid).

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(Samuel Miranda)