DEDICACIÓN DE LAS BASÍLICAS DE LOS APÓSTOLES SAN PEDRO Y SAN PABLO



  Dedicación de las Basílicas de los santos Pedro y Pablo, apóstoles. La primera de ellas fue edificada por el emperador Constantino sobre el sepulcro de san Pedro en la colina del Vaticano, y al deteriorarse por el paso de los años fue reconstruida con mayor amplitud y de nuevo consagrada en este mismo día de su aniversario. La otra, edificada por los emperadores Teodosio y Valentiniano en la vía Ostiense, después de quedar aniquilada por un lamentable incendio fue reedificada en su totalidad y dedicada el diez de diciembre. Con su común conmemoración se quiere significar, de algún modo, la fraternidad de los apóstoles y la unidad en Iglesia.

   La festividad que hoy celebramos data desde el siglo XI, sólo para la basílica de San Pedro. En esta fecha, a la dedicación de la basílica vaticana, se encuentra asociada en los siglos siguientes, en los calendarios, también a la dedicación de la basílica ostiense.

   La actualidad de esta memoria puede deducirse de las dos estrofas del himno de la época carolingia (en laúdes). Aquí Pedro es invocado como "buen pastor que desata los vínculos de los pecados mediante el poder (de las llaves) con el cual abre y cierra el cielo a todos los fieles por medio de su palabra". Pablo, doctor, es invocado como "maestro de vida, para que nos obtenga poder alcanzar con plenitud de perfección, después de superar los límites de nuestra experiencia terrena".

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(Samuel Miranda)