NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
DE HAITÍ
Teniendo esta advocación
mariana como patrona de su congregación, los padres Redentoristas
la llevaron a sus misiones en Haití. Allí se le edificó
un santuario en Béle-Aire, cerca de Puerto Príncipe, la capital
de Haití.
En 1883 una terrible epidemia de viruela azotaba el país.
Los devotos acudieron a la Virgen y le hicieron una novena. La epidemia cesó
milagrosamente y se decidió nombrarla patrona del país.
En 1993 se celebró con gran regocijo el centenario del
milagro y del nombramiento de la Virgen como patrona de Haíti. El
papa Juan Pablo II visitó Haití para esta celebración
y puso al país bajo el amparo de la Virgen del Perpetuo Socorro.