HISTORIA DE LA IGLESIA
EPOCA NUEVA
SEXTA PARTE: LA REFORMA EN INGLATERRA Y LOS INICIOS
DE LA REFORMA CATOLICA
CAPÍTULO VIII
DESARROLLOS Y DINÁMICAS DE LA RENOVACIÓN CATÓLICA
Más que partir de los conceptos, partamos de los hechos.
Existe la fuerte tentación en el desarrollo histórico que parte
con el inicio del siglo XVI y concluye en los años 60 del siglo siguiente,
de asociar los hechos en función de conceptos y de precomprensiones
apologéticas o polémicas. Ésta es la enseñanza
de Hubert Jedin, quien ha marcado profundamente el estudio del período.
I. Hubert Jedin (1900-1980)
Hasta los años 50 era arriesgado admitir una .Reforma.
en general, protestante o católica. Y. Congar tuvo, por varios años,
bastantes problemas por su obra Vraie et fausse réforme, porque la
idea dominante en los años de Pío XII era la de una Iglesia
sociedad perfecta, inmóvil, que no tenía necesidad de renovarse
y de actualizarse. Toda novedad parecía infringir el postulado de
la Iglesia sin .cambios., según el modelo de Bossuet.
Quien más ha trabajado para hacer aceptar el concepto
de Reforma católica y disolver la imagen de la Iglesia desde una visión
inmobilista ha sido Jedin, el cual ha consagrado lo mejor de su vida a definir
este concepto y a ilustrar el concilio de Trento, con una obra de enorme
respingo, una verdadera cumbre historiográfica.
En 1943, después de muchos avatares padecidos en Alemania
por ser hijo de judía, pronuncia una conferencia que lleva por título:
¿Reforma católica o Contrarreforma?, la cual sería después
enriquecida y destinada a profundizar en el debate historiográfico.
II. Los orígenes de la reforma. La reforma desde abajo
Las tentativas de reforma querida por el papado, o por los concilios,
habían fracasado. Habia tenido éxito la reforma en España,
lo cual se debía a dos factores: una fuerte y duradera voluntad de
reforma por parte de la autoridad suprema; y el impulso de una base que quería
la reforma.
Para que una reforma tenga éxito se necesita lo siguiente:
-Que la reforma responda a una exigencia sentida desde la base.
-Que haya colaboración y cooperación entre cabeza y base.
-Global, es decir, espiritual, capaz de suscitar nuevos criterios de discernimiento
y no se limite a imposiciones de nuevas cargas legislativas.
-Que sea progresiva, es decir, no improvisada, sino respetando los tiempos
de asimilación.
-Que se inserte en la fidelidad a la tradición.
-Que toque la cabeza y los miembros .in capite et in membris..
III. Las cofraternidades
En la historia de la renovación católica se da
mucha importancia a las cofraternidades, de modo particular a la del Divino
Amor, a la que se atribuye el mérito del inicio del movimiento. Pastor
escribe: «Mientras casi todo el mundo oficial de la Curia estaba bajo
el reino de la política, la corrupción moral y la frivolidad
del clero italiano, no siendo los últimos los prelados romanos...,
en Roma hubo un cierto número de hombres inspirados por Dios, distinguidos
por virtud y saber, eclesiásticos y laicos, unidos a formar una cofraternidad,
a la que dieron el nombre significativo de Compañía, es decir,
Oratorio del Divino Amor bajo la protección de San Jerónimo».
Al menos a partir de 1515 toda la renovación empieza a depender de
un pequeño núcleo que, propagándose, habría llevado
la voluntad de reforma a las altas esferas.
1. Las cofraternidades en general
Son asociaciones de creyentes .sacerdotes y laicos., erigidos para
el ejercicio de una obra de caridad, o para el incremento y el ejercicio
de la oración. Su prehistoria está en las asociaciones de culto
surgidas en el mundo grecorromano, como eran los colegios. El nombre aparece
en torno a 1852 como cofradía, geldonía .de Gilda, corporación.,
cofraternidad, fratría, coligación, conjuración, solidaridad,
congregación, etc.
Según el fin que persigan, se pueden dividir en cofraternidades
de culto .para obtener la salvación a través de la penitencia
(cofraternidades penitenciales), la promoción del culto (Eucaristía,
devoción de los santos, canto y poesía, alabanza). y en cofraternidades
de caridad .para salir al encuentro de las necesidades materiales (hospitales,
puentes) y espirituales (preparación a la .buena muerte., defensa
de la fe como los .crocesegnanti., en ayuda de los inquisidores)..
La estructura de las cofraternidades era democrática.
Los cargos eran elegidos y las decisiones hechas por mayoría de votos.
Los miembros elegían al grupo directivo, que actuaba colegialmente,
ayudado por consejeros .hombres buenos., oficiales .cajero, procurador, prior..
La autoridad suprema residía en los estatutos y en el capítulo;
la admisión era sometida al parecer del consejo, que decidía
por unanimidad.
Las cofraternidades de flagelados tenían una estructura
centralizada: había un .guardián. que debía guiar y
vigilar sobre la flagelación, leer la Sagrada Escritura, corregir
a los hermanos que erraban. Se excluían las cofraternidades mixtas,
si bien se admitían cofraternidades femeninas. Cada miembro debía
dar una contribución. Para permanecer en ella se exigían dotes
morales, oración por los cofrades vivos y difuntos .la misa y el oficio
por los difuntos..
2. Necesidad de reforma
También las cofraternidades tenían necesidad de
reforma, pues tendían a olvidar el propio fin espiritual, dedicándose
a otros fines .construir puentes, caminos, etc..; estaban sometidas a un
proceso progresivo de laicización, alejándose de las órdenes
de las que habían nacido o del clero del que dependían, pretendiendo
los laicos de dichas cofraternidades predicar; y con frecuencia se daba una
cerrazón corporativa, excluyendo a los que eran de categoría
social inferior.
Sin embargo, ya se había puesto en marcha un movimiento
de reforma, que se traducía en una revisión de los estatutos,
en el sentido de una mayor seriedad de empeño, de una mayor espiritualidad
y espíritu de servicio. Esta renovación les convirtió
en lugares de experimentación de la reforma de la Iglesia y lugares
para alcanzar la perfección.
Actuaron en una triple dirección:
-Renovación espiritual: misa diaria, rosario, castidad, práctica
de la disciplina.
-Atención a los pobres, en los cuales se veía a Cristo.
-Finalidad apostólica: parten de la devoción al Santísimo
Sacramento.
3. Herencia del medievo: los disciplinantes
Los disciplinantes se habían desarrollado en varias fases:
-1260-1261: tuvieron su origen en la .gran devoción. de 1260-1261.
Nacieron como movimiento y después se cristalizaron como cofraternidad.
En sus orígenes hay que poner al laico Raniero Fasani.
-1349: un nuevo sesgo toman los movimientos de Flandes o de Suevia, cuando
muchedumbres de hombres vestidos con hábito negro y con dos cruces
rojas, se ponen en procesión hacia las ciudades vecinas durante 33
días. Dos veces al día se daban la penitencia. Se difundieron
doctrinas erradas, como la de la flagelación por sí sola para
redimir pecados, la desconfianza en el sacerdocio, en los sacramentos y la
sobrevaloración del opus operantis. La universidad de París
pidió al Papa la condena de estos flagelantes (1349).
-1399: según la leyenda, el movimiento habría tenido origen
en una carta llovida del cielo. Las primeras noticias aparecen en torno a
Savona en 1398. Muchedumbres de hombres y mujeres vestidos de blanco, con
la cruz roja a la espalda para los hombres y un capuchón para las
mujeres, descalzos, dormían sobre los bancos de las iglesias y, donde
podían, se abstenían de carne, ayunaban a pan y agua el sábado,
debían observar la castidad y se presentaban gritando .misericordia..
La flagelación era rara. Caminaban durante nueve días, precedidos
por una cruz. Desde Génova se extendieron hacia la Italia central,
después alcanzaron el norte de Roma y Venecia .que les rechazó..
4. Cofraternidades de devoción
Estudiando las cofraternidades de Gonfalone se observa que se
pasó de las prácticas penitenciales .la disciplina sólo
se daba el viernes santo. a la meditación asidua de la Pasión
y a las oraciones. Esta cofraternidad nació de la unión de
cuatro cofraternidades: a la de .Encomendados a la Bienaventurada Virgen
María. en Roma, después de un largo proceso que comenzó
al final del siglo XIV y tuvo el nombre de Gonfalone .se encontraba en Santa
María la Mayor, entre 1488-95 se unió la Compañía
de los Santos Pedro y Pablo, que tenía como fin la formación
de los jóvenes; en 1496 se les unió la Compañía
de Santa María y Santa Elena en Araceli, que tenía el encargo
del hospital de San Alberto, visitar cárceles y procurar una dote
a las adolescentes pobres.
Muy importantes son las cofraternidades del Santísimo Sacramento.
Por ejemplo, la de San Lorenzo en Dámaso, después de la predicación
de Egidio de Viterbo, organizó precesiones. Julio II, en 1508, quiso
inscribirse en ella.
La cofraternidad del Santísimo Sacramento en Santa María
supra Minerva fue animada por el padre Tommaso Stella, que como obispo tuvo
una presencia activa en Trento. El fin de esta cofraternidad no era sólo
el de favorecer la adoración del Santísimo Sacramento .que
«era conservado en las iglesias parroquiales de Roma con poco honor
y en lugares viles y abyectos»., sino también el de «reprimir
la soberbia locura de los herejes modernos, los cuales hablan perversamente
en nuestro tiempo contra el Santísimo Sacramento»; es la época
del protestantismo, que niega la presencia real. Dado que la comunión
no estaba prescrita, se tiene la sensación de que querían incrementar
la adoración más que promover la comunión. En sus estatutos
hablan de la manera de llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos.
Por lo que se refiere a las mujeres, siguen la doctrina paulina de que se
queden en sus casas, si bien sigan con sus oraciones al Santísimo
que va a visitar a los enfermos; serían más devotas si oraban
así que frecuentando el altar del Sacramento.
Las cofraternidades eucarísticas contribuyeron a dar esplendor
y magnificencia al culto eucarístico. Las procesiones se convirtieron
en cortejos, en los cuales las órdenes y las jerarquías de
la ciudad estaban adecuada y suntuosamente representadas. Las procesiones
fueron de esos elementos que mayormente nutrieron la piedad popular.
IV. Cofraternidades principales
1. Compañía de la Doctrina cristiana
En 1536 Castellino de Castello (1476-1566) fundaba cerca del
oratorio de los santos Felipe y Pablo en Milán la primera compañía
de la doctrina cristiana. Reunía clérigos y laicos animados
por la voluntad de enseñar en los días de fiesta los elementos
fundamentales de la fe y de las costumbres.
Castellino redactó una regla. Prescribía que los
miembros de la compañía estudiaran para aumentar el amor a
Dios y al prójimo, sin lo cual no se agradaba al Señor. Habían
de tener una conducta correcta y servir de ejemplo. En cuanto a su estructura,
doce hombres probados y veteranos, junto con el Prior general, tienen la
autoridad suprema. Entre ellos se elegía al subprior general, al avisador
.el cual hacía la corrección fraterna., a los visitadores y
a los priores de las escuelas. La cofraternidad estaba sometida a un prior
general, que debía ser sacerdote. Para los miembros estaba prescrita
la confesión y comunión mensual. Cada escuela debía
tener un confesor, «que confesaría a los niños y a las
niñas» una vez al mes. Los niños debían ser inscritos
en una lista, de la cual se llevaba cuenta de las faltas; no se admitía
a las personas escandalosas, a menos que quisieran enmendarse
Tenían gran espíritu apostólico, rogando
que el Dueño de la mies mandase muchos operarios. Dentro de la compañía
se hacía un escrutinio para ver a quiénes se podían
mandar a evangelizar. Iban de dos en dos, después de recibir la bendición
del prior general y las instrucciones escritas de cuanto debían hacer.
Se debían conducir con máxima modestia y honestidad.
2. El Oratorio del Divino Amor
Muchos autores han considerado al Oratorio .o Compañía.
del Divino Amor como la prueba de que la reforma católica estaba ya
en acto antes de Lutero. Las conclusiones del debate historiográfico
corrigen en la actualidad las tesis de Pastor y de Ranke, en el sentido de
que si el oratorio genovés es de 1497, se han encontrado cofraternidades
similares anteriores, que tenían como objetivo ejecer la diaconía
de la caridad.
Meersseman, estudiando los estatutos renovados de los flagelantes
de Bolonia, ha encontrado el espíritu de la Devotio moderna y muchos
fragmentos importantes de la compañía del Divino Amor de Génova.
En Vicenza nace la Compañía secreta de San Jerónimo
(1494), que derivó de la predicación de Bernardino de Feltre.
Anticipa muchos caracteres de la genovesa: número cerrado .primero
13 miembros; después 19 personas., secreto, vida cristiana más
intensa ..vivir más austeros., confesión mensual, comunión
cuatro veces al año (después mensual), disciplina semanal.,
empeño caritativo con .recta intención. en la atención
a los enfermos de la ciudad .con sueldos propios y con colecta., en la atención
de los enfermos del hospital de la Misericordia.
El Oratorio o Compañía del Divino Amor fue iniciado
en Génova por algunos laicos, que habían sido formados en torno
a santa Catalina de Génova, que después de su conversión
se había dedicado a la vida mística y al servicio de los enfermos
en el hospital Pammattone de Génova. Entre los fundadores, un primer
puesto corresponde a Ettore Vernazza (+1524).
Características del Divino Amor de Génova fueron:
número cerrado .36 laicos y 4 sacerdotes.; secreto; vida espiritual
muy intensa; servicio concreto a los enfermos, sobre todo a los más
abandonados, que eran los .incurables., los afectados por la sífilis.
Se intentaba inspirar en la Iglesia apostólica.
El objetivo de esta cofraternidad era el de enraizar y plantar
en ellos el amor divino; el verdadero hermano deberá ser humilde de
corazón. La espiritualidad es la típica de la Devotio moderna:
la vida debe ser orientada constantemente a Cristo por medio de la oración,
con un gran número de prácticas de piedad.
El acto de adhesión era como un pacto cofraternal, por
el que adquirían el derecho al sufragio, con el compromiso de orar
por los hermanos. Condición de admisión era la probada moralidad.
Los encuentros se iniciaban con la reconciliación, después
se .oía. la Misa, se hacía el convite y, al final, se distribuían
a los pobres los bienes de la mesa. Las cargos sociales son fijados con diligencia:
el prior .con cargo de 6 meses., el síndico, los consejeros.
Desde Génova pasó a Roma entre 1513-1515. Vernazza
se sirvió de la colaboración de san Cayetano Thiene y de Julián
Dati. Los estatutos romanos permitían un número mayor de afiliados
.hasta 60. y una mayor frecuencia en los sacramentos, dado que animaban a
la comunión al menos mensual. Aprobada por León X con el título
de «Confraternitas presbyterorum et clericorum et laicorum sub invocatione
divini amoris», se hizo cargo del hospital de San Jerónimo de
los incurables. Entre los miembros había seis obispos .uno de ellos
futuro papa, Pablo IV., Cayetano Thiene y Bartolomé Stella.
Desde Roma fue llevado a Brescia por Stella. Él estaba
ligado a una mística paisana suya, sor Laura Mignani, que, a su vez,
tenía relación con Lucrecia Borgia, la cual, después
de su conversión, se había hecho terciaria franciscana y terminó
su vida de una manera edificante. Stella fundó allí un hospital
de los incurables en 1521.
Cayetano Thiene ayuda a llevar el Divino Amor a Venecia. Allí
tenía una gran relevancia como director espiritual fray Bautista .Carioni.
de Crema, escritor espiritual de posiciones premolinistas .daba mucha importancia
a la voluntad y a la colaboración del hombre; sus obras estaban impregnadas
del motivo paulino del combate. Si bien sus obras fueron puestas en el Índice
en 1559, sin embargo fue determinante para personajes como Cayetano Thiene,
Antonio María Zaccaria y la marquesa Torelli de Guastalla, fundadora
de las Angélicas.
El incansable Vernazza fundó en 1519 otro hospital de
los incurables en Nápoles, con la ayuda del padre Calixto de Piacenza.
Con él instituyó la Compañía de Santa María,
socorro de los pobres, conocida por .los Blancos. y que promovió enormes
obras de caridad. En primer lugar, el hospital de Santa María del
Pueblo, que fue confiado a la beata María Lorenza Longo, fundadora
de las monjas capuchinas, también relacionada con san Cayetano, con
los capuchinos y con Vittoria Colonna. En conexión con esto estaba
el Monasterio de las conversas (1538), patrocinado por la Longo y confiado
a su amiga la marquesa María Ajerba. La compañía de
los Blancos se ocupó también de asistir a los condenados a
muerte, de visitar a los encarcelados, a los pobres vergonzantes y redimir
a las mujeres de mala vida .Casa de Refugio.. Favorecieron la instalación
de los jesuitas y de los teatinos en esta ciudad. El Divino Amor fundó
al menos 11 hospitales de incurables, a los cuales estaban asociados otros
tantos monasterios de las conversas. Otras fundaciones de hospitales se inspiraron
en el modelo genovés-romano.
Similar al Divino Amor fue la Archicofraternidad de San Jerónimo
de la Caridad, creada por el cardenal Julio de Médici, que ya había
tenido alguna experiencia caritativa en Florencia. Los miembros de la cofraternidad
.que eran 80. debían ser de extracción más bien alta,
obispos, prelados, mercaderes, curiales. El cardenal fundador aseguró
una renta anual de 300 ducados. En 1556 fueron admitidas también las
mujeres. Objetivo de la cofraternidad fue el de ejercer las obras de misericordia:
.nutrir. a los pobres vergonzantes .nobles venidos a menos.; visitar a los
encarcelados; enterrar a los muertos y transportar a los enfermos a los hospitales;
hacerse cargo de las conversas; desde el final del siglo, hacerse también
cargo de las viudas y de los huérfanos.