SAN EDGARD "EL PACÍFICO"
975 d.C.
8 de julio
Subió al trono de los
sajones en el año 958. Era hijo de santa Elgiva. Primero tuvo una
conducta poco moral, ya que mantuvo relaciones con dos monjas, de las que
tuvo hijos, una de ellas es santa Edith de Wilton; fue corregido por san
Dunstano de Canterbury, cuya corrección no quedó sin efecto.
Según un historiador: "él debía ser un hombre fundamentalmente
honesto, tendencialmente justo, normalmente virtuoso y naturalmente devoto".
San Dunstano le impuso una penitencia de siete años, consistente en
ayunar dos veces por semana, hacer donación de abundantes limosnas
y fundar un monasterio para mujeres; con ello expiraría la culpa y
repararía el daño causado a una persona, ofreciendo la posibilidad
de salvación a muchas otras. Llegó a ser el mejor colaborador
del obispo Dunstano.
Transcurridos los siete años de penitencia y tras la fundación
del monasterio de Shaftesbury, san Dunstano, en una asamblea de los nobles
del reino, volvió a colocar la corona sobre la cabeza de Edgard. Y
elevó con éxito el vigor espiritual y la prosperidad de su
pueblo, en inteligente colaboración con el primado de Inglaterra,
Dunstano. Fue muy cuidadoso con la moralidad pública, dictó
leyes contra la nigromancia, el baile y las canciones de taberna. Abolió
oficialmente el paganismo en su reino. A su muerte, le sucedió su
hijo san Eduardo "el Mártir". Aunque se le atribuye culto local, no
está considerado como santo.