BEATO EDUARDO CABANACH MAJEM
1936 d.C.
25 de agosto
Era natural de Bellmunt, Tarragona,
nació el 31 de diciembre de 1908 y el 6 de enero de 1909 fue bautizado
en la Iglesia parroquial de Santa Lucia imponiéndosele los nombres
de Eduardo, Juan y Tomás. Ingresó al colegio San Miguel de
Molins de Rei en 1923 donde era un modelo en el estudio, en su comportamiento
y en su piedad. Allí hizo parte de la congregación escolar
de la Inmaculada y la Sagrada Familia, y también de la junta misional.
En ese ambiente sintió la llamada de Dios a la vida religiosa y sacerdotal.
Ingresando así en el colegio nazareno de Blanes en 1924 donde progresaba
en ciencia y virtud. En la revista nazarena del aspirantado de Blanes se
conservan algunos dibujos de él.
El 24 de septiembre de 1924 vistió el habito y comenzó
el noviciado en el colegio Sagrada Familia de Les Corts. Hizo su primera
profesión el 26 de septiembre de 1926, en ese día se propuso
tener como modelo en sus estudios además de la Sagrada Familia a san
Juan Berchmans. Realizo sus estudios de filosofía y teología
con mucho provecho y admiración de sus superiores y compañeros,
de los que fue nombrado vice-prefecto en Les Corts y luego en Mosqueroles
en 1935. En esta función se hacía querer y respetar de todos
por su buen hacer con suavidad, amabilidad y buen humor.
Hizo su profesión perpetua el 8 de agosto de 1933, y
el 1 de noviembre del mismo año fue ordenado sacerdote en la Iglesia
del seminario conciliar de Tortosa, juntamente con el padre Magín
Morera, y celebró su primera misa en el colegio Jesús, María
y José de Barcelona el 5 de noviembre. Luego fue destinado en 1934
al Colegio de huérfanos de Sant Julià de Vilatorta. Allí
tenía sus ocupaciones cotidianas como religioso, sacerdote y maestro.
Era el subdirector de la Congregación mariana. Tanto él cómo
su hermano el padre Ramón Cabanach trabajaban por el fomento de las
vocaciones, con este propósito donó todos sus bienes para fundar
una beca por las vocaciones nazarenas.
Luego fue destinado al colegio san Pedro Apóstol de Reus,
donde era el director del grupo post-escolar de la congregación mariana.
Estando en este colegio en 1936 le sorprendió la guerra civil española;
al ser detenido llevaba consigo el breviario y el rosario, que les sirvió
para orar en la cárcel de Reus, luego en la prisión de Tarragona
y poco después en el traslado al Rio Segre; el 25 de agosto fue sacado
del barco y más tarde ya había sido asesinado en la Pujada
de Vilardida. Él contaba con 27 años de edad, 10 de profesión
religiosa. Su amor a la castidad, su devoción mariana, su fervor eucarístico
y su piedad personal eran notables y fueron la base que le dio fortaleza
en los momentos de angustia y persecución.