EFECTOS DE LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU
SANTO EN LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA
1º. Un encuentro personal
con Jesús. La persona se siente invadida por su amor y su señorío,
en un nuevo nivel de relación con El. De ahí que en los grupos
se oiga con frecuencia las expresión bíblica: "Jesús
es el Señor".
2º. Una conciencia más viva del sentido trinitario de la vida
del creyente.
3º. Dios habla a la persona, la cual recibe una sensibilidad especial
para conocer la "voz del Buen Pastor" y sentir las mociones del Espíritu.
4º. Un don de oración personal que brota del centro de nuestro
ser con predominio de la alabanza.
5º. Un amor por la sagrada escritura como palabra de Dios, la cual recobra
actualidad, llega hasta el fondo y alimenta el corazón y la mente.
6º. Una nueva fuerza para proclamar la salvación en Jesucristo,
sin complejos, con convicción y sencillez.
7º. Una liberación del pecado. Desaparecen Hábitos inveterados,
dependencias y miedos.
8º. Dones y carismas, como los que nombra Pablo en 1Corintios 12,8-10.
9º. El deseo del Reino, con una nueva manera de mirar las postrimerias
del hombre. Se encuentra gozo en decir "Maranatha", "ven, Señor Jesús",
(1Co 16,22;Ap22,20).