VENERABLE ELENA SILVESTRI
1907 d.C.
12 de marzo



   Elena Silvestri nació en Bassano del Grappa, el 4 de febrero de 1839. Sus padres, Carlo Silvestri, un nativo de la esposa Verona y Padua Caterina Masotti, muy cerca de la Iglesia, con sus propuestas educativas y su testimonio de una fe viva, han contribuido para formar la personalidad de Elena, cultivando y enriqueciendo su calidad humana y religiosa, ni siquiera por el tiempo que pasó en la universidad, a las Hijas de Jesús, de Verona. Para trabajar como un magistrado, hecho por Charles, familia descabellado en diversas áreas de Venecia. La última parada es Venecia, donde Elena maduro descubrió poco a poco su vocación, en la parcela situaciones concretas feliz y triste, escuchando a las personas que el Señor pone en su camino, aun cuando aceptan una propuesta de matrimonio destinado a caer. 

   La reunión en 1872 con el Padre jesuita. Sandri, líder del naciente movimiento católico y fundador de la lay "Sociedad para los intereses católicos femeninos" y más tarde con los padres Bianchini y Carli, Elena abiertas a la espiritualidad ignaciana, que ella ama y lo reconoce como una parte constitutiva de su carisma. Su viaje personal y la del Instituto fundado por su voluntad, de hecho, siempre guiados y apoyados por los jesuitas, cuya casa estaba al lado de la Seriman edificio, Casa Madre de las Hermanas Siervas del Niño Jesús. 

   Pronto se aprende también la plena social, cultural y eclesial de Venecia, de estímulos y las tensiones vinculadas a la cuestión romana y algunas leyes anticlericales del Reino de Italia, de la que Venecia es ahora parte. Estimulado por el párroco, monseñor Tessarin, su pertenencia a la Iglesia se vuelve gradualmente más activa. La experiencia que está haciendo dirige su dinamismo apostólico en particular a los jóvenes trabajadores, cuya situación está tomando conciencia existencial y religiosa gradualmente. Así comenzó, en la oración, en la escucha de los deseos que el Espíritu suscita en ella, para delinear lo que será su misión en la Iglesia. 

   La figura de Elena tiene de hecho el valor desde el punto de vista de la historia, como su vocación madura en un momento crucial de la vida y de la sociedad y de la Iglesia en Italia en el siglo XIX. Por un lado las guerras del Risorgimento, el desarrollo industrial, la explosión de la cuestión social, la explotación de los trabajadores en las fábricas favorecen el compromiso de la Iglesia y de los religiosos hacia los diferentes tipos de pobreza que emergen ... el otro en el tiempo crece la tensión y la confrontación con la cultura dominante de la época (la Ilustración, liberal, masónica, Socialista, a menudo anticlericales ver la confiscación de los bienes de la Iglesia y de los institutos religiosos, las leyes revolucionarias). Elena y su familia puede respirar el aire de este tiempo y la joven está llamado por la Providencia para encajar en esta situación volátil. 

   Después de la primera vez que participó en una forma creativa de la Liga de Mujeres Católicas de Venecia, bajo la acción de la gracia, Elena explica y describe su vocación original en la Iglesia, como mujeres consagradas y como fundador. Atraído por el misterio de la Encarnación, expresa y la hace visible en la respuesta a la sed de Dios y de los valores humanos y cristianos, en los corazones de los jóvenes de su tiempo, sobre todo los más pobres y sin educación, cuya integral la educación se dedicará toda su vida. 

   Después de más de diez años dedicados al cuidado de los jóvenes, que involucró a otras mujeres, los catequistas, los familiares de los jóvenes, a su propia familia y las instituciones, dando una respuesta a algunas de sus necesidades, en la oración prolongada, la reflexión y el diálogo con su padre espiritual, Elena se da cuenta de hecho la necesidad de fundar un instituto, porque cree que sólo en el don total de sí al Señor puede cumplir su sueño de hacer un mejor pedazo del mundo, a través de la educación, la promoción y l ' elevación social de las mujeres. 

   En el Instituto se fundó Elena da una fisonomía originales, único, creando una nueva síntesis y la iglesia original en el siglo XIX: se trata de una combinación de la dimensión interior de la vida, que se caracteriza por una espiritualidad religiosa verdadera y auténtica, vivió en un radical y orientado por la espiritualidad de la Compañía de Jesús, y la forma externa de tipo secular. 

   El amor de Cristo, conducirá hasta esta misión junto con otras mujeres, animados por el mismo deseo de enamorarse de Jesús, poniéndose al servicio de los jóvenes, con un estilo de "laicidad", que permite a Elena y sus entidades a encarnar en la Iglesia y la cultura tiempo, sin demasiadas restricciones, en comparación con la realidad eclesial del tiempo. Tocado por los muchos rostros de la pobreza y especialmente del radical que toca la conciencia, el sentido de la vida, la fe, se siente llamado a dar una respuesta. Su acción apostólica tiene como objetivo ayudar a los jóvenes a descubrir y vivir su vocación de la mujer, llamados a dar un nuevo tipo de testimonio en la familia, en el lugar de trabajo, en una sociedad secularizada en proceso de cambio, en el que varios factores, con la industrialización, explotar y causar la cuestión social el compromiso de los laicos en la Iglesia. 

   Elena busca una solución a la insuficiencia de los modelos educativos de la catequesis, a la soledad y la pobreza de muchos jóvenes, la despersonalización y la explotación que muchos de ellos todavía muy jóvenes sufren, entrando temprano en las fábricas. Idiomas Innova, métodos, programas, prepara ambientes para llegar a ellos y acompañarles personalmente y en grupos de hasta y más allá de la adquisición de una cierta madurez personal, centrándose en la educación del corazón. Escribe y recoge la experiencia de ser diseñado, ponerla a disposición de otros catequistas y, habiendo extendido a revisión por dos sacerdotes jesuitas, publica la Guía para la Primera Comunión. Educa a los jóvenes a través de la catequesis, la formación continua, ejercicios espirituales, sino también a través de la forma de trabajo con la apertura de varias escuelas, incluyendo un mosaico, para lo cual emplea a laicos competentes, entre ellos el ingeniero Saccardo, director de restauración de la Basílica de San Marco. Por lo tanto, ofrece a los jóvenes una oferta de empleo y la posibilidad de una ganancia. 

   El Instituto fue fundado por Elena Silvestri 04 de marzo 1884 luego serán trasplantadas - ella sigue viva - en Gorizia y Rijeka. Murió en Venecia en 68 años 12 de marzo 1907 con fama de santidad. Es sido reconocido por el Venerable Papa Juan Pablo II 20 de diciembre 1999.

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(Samuel Miranda)