SANTA ELIA DE OHREN
20 de junio
Fue una magnífica mujer
religiosa que, en toda su vida, se enamoró de la Regla de san Benito.
Con ella escaló la cima de la santidad. El cumplimiento de la Regla
constituyó para la Orden Benedictina el factor principal para extenderse
por todo el mundo.
Elia se preocupó durante todo el tiempo que fue abadesa
de una abadía, la de Ohren, en la que había doce hermanas.
Supo con santidad, elegancia y finura tratar a todas y a cada una en particular
con el detalle que emana de su gran corazón.
Ella fue consciente de que era como una madre para sus hijas
en la comunidad. El título de abadesa se usa en los Benedictinos,
Claras y en ciertos colegios de las canonizas. Ella tenía el derecho
de llevar el anillo y la cruz como símbolo de su rango.
Fue la quinta abadesa del monasterio de Ohren (Treviri) y murió
en el año 750. Hay libros de rezos que hacen mención específica
de ella. Podemos enumerar entre otros el breviario del arzobispo Balduino,
los calendarios de san Irmino, de san Máximo en el esplendoroso siglo
XIV.
También la rememoran el Greven en las Actas del Martirologio
de Usuardo. En los martirologios benedictinos, desde el fin de Wion, su fiesta
pasó a fijarse definitivamente el 20 de junio. En realidad se hizo
porque era costumbre poner el día en el cual subía al cielo
tras su muerte. Desde ese lejano tiempo, esta santa abadesa no pierde actualidad
porque la reliquia de su brazo está hoy en el gran monasterio franciscano
de Ohren.