EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
En la Iglesia católica,
el Sagrado Corazón es la devoción referida al corazón
físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino.
Metafóricamente, se refiere a la vida emocional y moral de Jesús,
especialmente, a su amor por la humanidad.
La devoción al Corazón de Jesús es de
origen medieval, siendo los escritos de santa Matilde de Hackeborn, santa
Gertrudis de Helfta y santa Ángela de Foligno los testimonios más
antiguos. Sin embargo, la fuente más importante de la devoción,
en la forma en que la conocemos actualmente, es Santa Margarita María
Alacoque de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien
Jesús se le apareció. En dichas apariciones, Jesús le
dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían
muchas gracias divinas. El confesor de santa Margarita María Alacoque
fue San Claudio de la Colombière, quien, creyendo en las revelaciones
místicas que ella recibía, propagó la devoción.
Los jesuitas extendieron la devoción por el mundo a través de
los miembros de la Compañía, y los libros de los jesuitas Juan
Croisset y José de Gallifet fueron fundamentales para esta difusión.
A pesar de controversias y de opositores, como los jansenistas, los fieles
confiaron en la promesa que Jesús hizo a la Santa: "Mi Corazón
reinará a pesar de mis enemigos"'.
El padre Mateo Crawley-Boevey SS.CC. ideó un movimiento
de regeneración de las familias y de la sociedad a través de
una cruzada moral, y para ello fundó la Obra de la Entronización
del Sagrado Corazón en los Hogares, con repercusiones en todo el orbe.
Uno de sus intereses fue conseguir el establecimiento del Reinado Social.
A mediados del siglo XX, el capuchino Italiano san Pío
de Pietrelcina y el beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto
de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús.
En el rito romano, la fiesta es de 1ª Clase y se celebra
la VI feria (viernes) después del II domingo de Pentescóstes
(o anteriormente llamado Dominica de la infraoctava del Corpus Christi). Se
celebra de color blanco (u oro).
En el rito romano reformado por Pablo VI, la celebración del Sagrado
Corazón de Jesús tiene rango de solemnidad, y se festeja el
viernes posterior al II domingo de Pentecostés. Todo el mes de junio
está, de algún modo, dedicado por la piedad cristiana al Corazón
de Cristo.
En su encíclica papal Auctorem Fidei, Pío VI mencionó
la devoción al Sagrado Corazón.
Después de las cartas de la Beata Madre María del Divino Corazón
Droste zü Vischering (1863-1899) con la petición, en el nombre
del propio Cristo, para que el papa León XIII consagrara el mundo entero
al Sagrado Corazón de Jesús, el pontífice designó
comisiones de grupos de teólogos para examinar su petición sobre
la base de la revelación mística y la tradición sagrada.
Esta investigación resultó positiva. Siguiendo la revisión
teológica, León XIII, en su encíclica Annum Sacrum (25
de mayo de 1899) dijo que la humanidad en su totalidad debía ser consagrada
al Sagrado Corazón de Jesús, declarando su consagración
el 11 de junio del mismo año.
Pío XII desarrolla en su encíclica Haurietis Aquas el culto
al Sagrado Corazón que queda en parte plasmado en el siguiente punto
del Catecismo de la Iglesia Católica:
En el punto 478 que "Jesús, durante su vida, su agonía y su
pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se
ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se
entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a
todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón
de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación
(cf. Jn 19, 34), "es considerado como el principal indicador y símbolo...del
amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos
los hombres" (Pio XII, Enc."Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).
Oraciones al Sagrado Corazón
de Jesús