ESTEBAN III
768-772 d.C.
Nació
en Siracusa, Sicilia. Antes que él fueron designados otros dos: el
primero, Felipe, se retiraría voluntariamente un día después
de la elección, el segundo, Constantino, un laico impuesto con las
armas, como consecuencia de tumultos acabaría en la cárcel
y sería asesinado.
El papado empezaba a ser considerado un poder
temporal a todos los efectos, y ambicionado por muchos, sin excluir a los
laicos. Para soslayar el obstáculo de las órdenes sagradas,
que faltaban al aspirante laico, era suficiente disponer de un obispo cómplice
o que se le convenciera con la fuerza en el momento adecuado.
Para refrenar una tendencia peligrosa, se celebró
un concilio en Letrán donde, ante la presencia de obispos franceses,
se estableció que no se eligiera papa a ningún laico que no
hubiese sido antes cardenal. En este concilio Constantino fue procesado,
condenado, apaleado y pisoteado, y por último llevado a morir.
En política Esteban se portó más
bien de forma ambigua, acercándose ora a los Francos ora a los Lombardos.
Al final se relacionó con vínculos cada vez más sólidos
con los Francos, a cuyo rey Pipino aconsejó firmemente no dar en matrimonio
sus dos hijos a las dos hijas de Desiderio. No fue escuchado, sin embargo
fue un buen profeta.