VENERABLE FRANCISCO
MARÍA TARUGI
1608 d.C.
11 de junio
Nació en Montepulciano, Italia, el 25 de agosto de de 1525, de
familia noble, emparentada con Cardenales y Sumos Pontífices,
recibió en un ambiente cortesano una buena formación
literaria y jurídica, mostrando dotes poco comunes en la
poesía y en la oratoria. Llegó a Roma en 1555, casi
fortuitamente conoció a Felipe Neri y quedó conquistado.
Como hijo obediente se puso bajo el cuidado espiritual del Padre
Felipe, desde 1565, frecuentando asiduamente el Oratorio, hasta optar
por el sacerdocio en 1571 y abandonar la Corte del Cardenal Farnese,
para entrar en la comunidad de sacerdotes a los cuales Felipe
había dado el cuidado pastoral de la iglesia de san Juan de los
Florentinos.
No por casualidad lo quiso san Pío V, como asistente de su
sobrino el Cardenal Alessandrino, asignándoles difíciles
encargos e importantes misiones, gracias a los cuales Tarugi pudo
difundir el espíritu y las disposiciones del Concilio Tridentino
también en Espana, Francia, Flandes y Alemania. Los arzobispos
de Milán, san Carlos y Federico Borromeo, respectivamente, lo
tuvieron como amigo fraterno, como es posible constatar por la copiosa
correspondencia.
El Padre Francisco María tenía el don de unir la vida
activa con la contemplativa, las obras de piedad con la
organización de la naciente Congregación. A él se
atribuye la primera regla, que trazó normas esenciales para la
vida comunitaria oratoriana.
Amó profundamente la Congregación y
jamás ocultó su deseo de verla propagada en muchos
lugares como un valioso instrumento de la reforma de la Iglesia -no
siempre en perfecta consonancia, con el la mente del Padre Felipe- sin
embargo, con una obediencia que le mereció el privilegio de ser
escogido por el Padre como su sucesor. También su vida, como la
Baronio, está entretejida con la historia de la
Congregación, de tal suerte que no es posible recorrer una sin
la otra.
Fue nombrado obispo de Avinón, Francia de 1592 a 1597. Junto con
César Baronio fue Cardenal desde 1596 y arzobispo de Siena,
Italia de 1597 a 1607. Participó
como Cardenal elector en dos Cónclaves en el ano 1605.
Murió en 1608, en la iglesia del Oratorio de Roma, la
Vallicella, besando con devoción la corona (rosario) y el
crucifijo del Padre Felipe, en la tarde del 11 de junio.
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(Samuel Miranda)