Nació en Santiago de Chile, en la parroquia de San Miguel, el 23 de septiembre de 1908, hijo de Horacio Valdés Ortúzar y Blanca Subercaseaux Errázuriz, siendo bautizado al día siguiente con el nombre de Maximiano Valdés Subercaseaux.
Aún no tenía dos años cuando sufrió una grave enfermedad intestinal, de la cual fue sanado mediante hidroterapia por el misionero capuchino Taddeo de Wisent, de la Provincia de Baviera, cuyos frailes estaban presentes como misioneros en la Araucanía desde 1895.
Su primera formación humana y cristiana la recibió en la familia, en particular de la madre, profundamente creyente y practicante. Sucesivamente frecuentó en primer lugar el Colegio del Sagrado Corazón de los padres de Picpus y luego el Instituto de los padres Jesuitas de Santiago. Por especial concesión pontificia, el pequeño Maximiano pudo recibir la primera comunión el 4 de abril de 1913.
Con sus padres realizó un viaje a Roma, donde su abuelo materno era Embajador ante la Santa Sede. Aquí decidió abrazar el estado sacerdotal, entrando en el Colegio Pio Latinoamericano y frecuentando la facultad de filosofía en la Universidad Gregoriana, donde el 10 de julio de 1929 consiguió el doctorado. Su presencia en Roma coincide con la celebración del VII Centenario de la muerte de san Francisco de Asís (1926-1927) y la beatificación de Francisco María de Camporosso (30 de junio de 1929).
La noticia de que en un incendio en Valdivia (Chile) murieron dos frailes capuchinos que él conocía, lo orientó hacia la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. El 26 de enero de 1930 iniciaba el año de noviciado en Laufen, en la Provincia de Baviera. El 1 de febrero de 1931 frecuenta los cursos de teología en la universidad de Eichstätt. A causa de la dificultad con el idioma continuó sus estudios de teología en Venecia y aquí fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1934.
El 3 de enero de 1935 retornaba a Chile siendo enviado por la obediencia a desempeñar el ministerio pastoral en el Vicariato de la Araucanía. Con gran entusiasmo desarrolla diversos oficios. Pocos años más tarde, en 1939, fue destinado a la misión de Boroa y en 1943 fue nombrado párroco y misionero en Pucón.
El 15 de noviembre de 1955 el papa Pío XII creó la nueva diócesis de Osorno y el 20 de junio de 1956 llamó a regirla al Venerable Siervo de Dios. Desde este momento hasta la muerte dedicó todas sus fuerzas y energías al nuevo campo de apostolado. Desde 1962 hasta 1965 participó de las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II.
En noviembre de 1981 contrajo una enfermedad, luego de haber celebrado el 26 de octubre los XXV años de consagración episcopal; fue asistido primeramente en Santiago y luego en Pucón. De aquí envió el 28 de diciembre de 1981 el último mensaje a los fieles de su diócesis. El Siervo de Dios se apagó serenamente el 4 de enero de 1982, dejando en aquellos que lo habían conocido el recuerdo de una santidad vivida. El 7 de enero se celebraron los solemnes funerales en la catedral de Osorno con la presencia de numerosos obispos, sacerdotes y fieles.