BEATO FRANCISCO POLVORINOS GOMEZ
1936 d.C.
24 de julio
Francisco Polvorinos Gómez
nació en Calaveras de Arriba, término municipal de Almanza
(León), en el seno de una familia de humildes campesinos y pastores
en 1910. Tras llamar en vano a diversos institutos religiosos, se le abrieron
por fin las puertas del juniorado de los Oblatos cuando ya tenía 16
años.
Su sobrino, Elías Pacho, destaca en él una intensa
vida de fe y dice que era una persona muy piadosa, que vivía intensamente
la vocación religiosa. Pone de relieve su amor a la Iglesia, manifestado
expresamente en el pueblo durante las vacaciones, con una frase que se hizo
familiar en su pueblo: “La Iglesia siempre será perseguida, pero nunca
vencida”. Se corrobora esta apreciación con el juicio de sus formadores:
“Hombre piadoso, cumplidor de la Regla, franco con sus superiores, cuidadoso
de su vocación e interesado por las obras de la Congregación.
Su lema: Hacer el bien sin hacer ruido”.
Otro sobrino, Alberto Pacho testifica: “Desde que fue detenido
hasta la madruga del 24 de julio (cuando fue ejecutado), aparte las vejaciones
a que fue sometida toda la comunidad, sospecho que, lo mismo que a los demás
compañeros, le someterían por lo menos a desprecios y malos
tratos. Tengo entendido que en el poco tiempo que estuvieron detenidos en
el convento de Pozuelo, llevaban una vida intensamente espiritual. Recibió
la Eucaristía, que, en su caso y el de sus compañeros, fue
como el Viático, cuando decidieron consumir la Eucaristía para
evitar profanaciones. Todo esto lo sé por referencias de los supervivientes.
En la madrugada del 24 de julio de 1936, los milicianos leyeron la lista
de siete nombres de Oblatos, entre los que incluyeron a mi tío...”.