SAN GÉMINO
915 d.C.
9 de octubre
Un relato lejendario afirma
que nació en Siria, su padre, pagano, se llamaba Milisieno y su madre:
Belliade. Se convirtió al cristianismo y despues, de dedicarse, como
su padre, al servicio de las armas, decidió vivir la vida eremítica
en Siria, renunciando a una carrera segura en la administración pública.
Como los peregrinos eremitas de entonces, viajó por distintos
lugares, hasta que se trasladó definitivamente a Italia. Desembarcó
en la costa de las Marcas, y durante un tiempo fue monje de San Paterniano
de Fano (Narni); después se adentró hasta Spoleto, y por fín
llegó a “Casventum”, en la provincia de Terni, donde llevó
una vida eremítica y penitente, suscitando la admiración del
pueblo que acudía a él a pedirle consejo. Se dice que en sus
últimos años ingresó en un monasterio benedictino, y
que murió en Ferento, provincia de Viterbo. Los basilianos y los benedictinos
afirman que pertenece a su Orden. La ciudad de Casventum fue destruída
por un ataque sarraceno y cuando fue reconstruida cambió el nombre
por el de San Gemini, en honor al santo anacoreta, que fue elegido como su
patrón.