BEATO GERVASIO BRUNEL
1794 d.C.
20 de agosto
Gervasio nació en Magniéres
(Meurthe-et-Moselle) en 1744. Ingresó en el seminario de Toul, donde
siguió los estudios eclesiásticos hasta su ordenación
de diácono en 1766. Al año siguiente ingresa en la trapa de
Mortagne, en el Orne. El 17 de junio de 1767 recibió el hábito
religioso y el 15 de julio de 1768 emitió la profesión religiosa.
El 11 de mayo de 1790 los monjes declararon desear seguir viviendo en el
monasterio, y este su deseo fue apoyado por las municipalidades vecinas.
Viendo cómo se desarrollaban las cosas Gervasio fue a París,
visitó al Rey y dirigió una comunicación a la Asamblea
pidiendo la supervivencia de la trapa. Pero sobrevino en su comunidad una
lamentable división cuando el maestro de novicios se quiso llevar
los monjes jóvenes a Suiza. Dom Gervasio no estaba de acuerdo, pero
cuando llegó la contestación negativa de la Asamblea a su petición,
aceptó la ida de los monjes a Suiza.
El 27 de abril de 1792 los monjes de la Trapa rehusaron acceder
a la demanda de los comisarios enviados por la municipalidad de Soligny a
fin de hacer elegir un nuevo superior y un nuevo ecónomo. Dom Gervasio
se quedó un tiempo en Mortagne con sus monjes pero luego debió
resignarse a partir. Con otro religioso marchó a su pueblo y se instaló
en casa de su padre, llevando consigo una parte del tesoro y de las reliquias
de su monasterio, lo que le traería no pocas dificultades. Intentó
con su compañero pasar a Suiza, pero su carta al monasterio de Notre-Dame
de la Miséricorde de Visisbach fue interceptada y ambos fueron arrestados
en Remiremont. Como sus pasaportes estaban en regla, pudieron volver a Magniéres,
pero para ser arrestados el 12 de mayo de 1793 y reenviados a Remiremont.
La acusación contra ellos era: sustracción de bienes de la
Trapa y no prestación del juramento de “Libertad-Igualdad”.
El directorio del distrito de Luneville los absolvió
del primer cargo pero los condenó a la deportación por el segundo.
Llevados a Nancy, fueron recluidos en el exconvento carmelita. Dom Gervasio
reclamó los haberes que le correspondían como eclesiástico
sin recursos. Condenado a la deportación, fue embarcado sobre el "Bonhomme
Richard" y después trasladado al "Deux Associés". En un relato
se hace mención de él como un condenado entre los más
conocidos, religioso ferviente, hombre de piedad y de gran virtud. Fue enterrado
en la isla Madame.