GREGORIO XII
1406-1415 d.C.


   De nombre Angelo Correr, pertenecía a la aristocracia veneciana y fue nombrado obispo de Castello en 1380. El año antes de su elección como papa fue nombrado cardenal presbítero de San Marcos por su antecesor Inocencio VII.

   El cónclave en el que resultó elegido estaba compuesto por quince cardenales que, con el propósito de poner fin al Cisma de Occidente, participaron en el mismo con la condición de que el elegido dimitiría del papado sin el papa de Avignon, Benedicto XIII, presentaba a su vez su renuncia.

   Ambos pontífices iniciaron conversaciones para lograr un encuentro en Savona, pero la poca disponibilidad de ambos para solucionar el conflicto, el temor a que dicho encuentro fuese aprovechado por el rival para capturar al contrario, unido a las maquinaciones políticas del rey de Nápoles, Ladislao, y de la familia de Gregorio XII; hicieron que dicha reunión no se llevara a cabo.

   Los cardenales de Gregorio mostraron su descontento con la postura de este y amenazaron con abandonarlo, por lo que Gregorio convocó una reunión con su curia en la ciudad de Lucca en la que, el 4 de mayo de 1408, ordenó que no abandonasen la ciudad poniéndolos bajo vigilancia y procediendo además, a fortalecer su posición, nombrando a cuatro de sus sobrinos nuevos cardenales.

   En Avignon, los cardenales de Benedicto XIII también mostraron su disconformidad con la situación, por lo que, aprovechando que siete cardenales de Gregorio, habían logrado salir de Lucca, se reunieron con estos y resolvieron la celebración de un concilio en la ciudad de Pisa para el año 1409, con el objetivo de deponer a ambos pontífices y elegir uno nuevo.

   El Concilio de Pisa se inició el 25 de marzo de 1409, y aunque ambos papas fueron invitados, ninguno de ellos hizo acto de presencia en el mismo. En la decimoquinta sesión, el 5 de junio, el concilio depuso a los dos pontífices acusándolos de escándalo, de cismáticos, heréticos y perjuros; y un mes después eligió como nuevo papa a Alejandro V.

   Ni Gregorio XII, ni Benedicto XIII, reconocieron la validez del concilio de Pisa al que acusaron de anticanónico al entender que sólo el Papa tenía potestad para convocar un sínodo. Por lo que Gregorio, que había nombrado otros diez cardenales para reforzar su posición, convocó su propio concilio que, celebrado en Cividade di Friuli con una pobre asistencia, declaró tanto a Benedicto XIII como a Alejandro V, cismáticos y devastadores de la Iglesia.

   En 1410 fallecía Alejandro V y era sucedido por Juan XXIII a quien el emperador del Sacro Imperio, Segismundo, convenció para que convocara un nuevo concilio que acabara con el cisma en el que tres papas se declaraban legítimos.

   El Concilio de Constanza se inició el 4 de noviembre de 1414, bajo la presidencia de Juan XXIII, acordándose un nuevo sistema de votaciones para el mismo. Dicho sistema consistió en que los participantes se reunieran por naciones y que en cada uno de estos grupos tuvieran voto no sólo los prelados, sino también los príncipes, los teólogos y los canonistas.

   Este nuevo sistema supuso la plasmación de la teoría "conciliarista", según la cual el Concilio se encontraba por encima del Papa, y este debía plegarse a las decisiones de aquel.

   Juan XXIII que había convocado el concilio con la intención oculta de conseguir el apoyo de los participantes para ser nombrado único papa legítimo, ante la perspectiva de tener que acatar las decisiones conciliares intentó huir de Constanza, pero interceptado en su huida fue devuelto al concilio y obligado a abdicar el 29 de mayo de 1415.

   Por su parte Gregorio XII renunció voluntariamente el 4 de junio mediante una bula en la que además reconocía al concilio, por lo que el concilio de Constanza, convocado por un antipapa, es considerado válido por la Iglesia Católica.

   El tercer papa, Benedicto XIII, se negó en cambio a abdicar por lo que fue depuesto por el propio concilio dos años más tarde, el 26 de julio de 1417; tras lo cual se eligió un nuevo Papa, Martín V que fue reconocido por todos y que supuso el fin del Cisma de Occidente que había dividido la Iglesia durante casi cuarenta años.

   Un mes antes de la elección del nuevo Papa fallecía, el 18 de octubre de 1417, el ex-papa, detentando el cargo de arzobispo de Porto.

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(Samuel Miranda)